dimecres, de setembre 12, 2007
Cosas: Selecciones y banderas
El veto de la Federación Española de Fútbol al partido Catalunya-EEUU, previsto para el 14 de octubre, ha encendido los ánimos de una buena parte de la ciudadanía y de la clase política catalana. En estos días no se habla de nada más. Nadie entiende porque se ha prohibido taxativamente el enfrentamiento, sobretodo teniendo en cuenta que es de carácter amistoso. Está claro que la decisión del presidente de la Federación Española, Ángel María Villar, tiene tintes políticos.
A estas alturas, separar política y deporte es prácticamente imposible. Todos lo tenemos claro. No tendría que ser así, pero, desgraciadamente, lo es y lo seguirá siendo. Porque si analizamos este partido desde un punto de vista únicamente deportivo, que es el que realmente importa (el espectáculo por el espectáculo), ¿Qué problemas podría traer un Catalunya-Estados Unidos? Ni siquiera podemos hablar de lesiones que puedan perjudicar a la selección española, porque los jugadores que defienden los colores de Catalunya no juegan en el equipo que dirige Luis Aragonés.Todo parece indicar que, al final, el partido no va a celebrarse.
Ya que hablamos de colores, hay que decir que ayer fue la Diada de Catalunya. Es habitual que un montón de ciudadanos y de ciudadanas coloquen ‘senyeres’ en sus balcones para hacer la fiesta un poco más grande. ¿Puede ser que un buen número de ellas estén puestas ‘al revés’? Siempre he escuchado que la bandera de Catalunya hay que colgarla verticalmente, no de manera horizontal. Su origen hay que buscarlo en el conde Guifré el Pilós, que en el siglo IX reunió bajo su gobierno los condados de Barcelona, Cerdanya, Besalú y Girona. Según la leyenda, el rey Carles II el Calb le regaló un escudo con fondo de oro para premiar sus gestas. El rey cogió los dedos manchados de sangre del conde, que estaba herido, y con ellos (dejando al margen el pulgar), pintó el escudo de arriba abajo. De esta manera, nacieron las ‘cuatro barras’. El rojo de la sangre encima del fondo dorado o amarillo (color oro) del escudo con el que unos minutos antes le había obsequiado.
Así pues, quizás lo más normal sería que las ‘senyeres’ se colgasen verticalmente, en el mismo sentido en el que los dedos del conde quedaron inmortalizados en el escudo. Es verdad que, horizontalmente, la bandera puede lucir mucho más: Puede cubrir más espacio, metros y metros que acaban decorando balcones enteros. Si se me permite la broma fácil, para poder colgar la bandera horizontalmente, Guifré el Pilós tendría que haber puesto sus dedos en el escudo en esa misma dirección, la horizontal, en un movimiento que podría recordar al de John Travolta en el baile que se montaba con Umah Thurman en 'Pulp Fiction'.
Al final, las banderas no dejan de ser banderas, como los partidos de fútbol y las selecciones, autonómicas o no. Para algunos las banderas son un trozo de tela sin ningún sentido; otros darían la vida por ellas. Ambas opciones son respetables, como no. En Catalunya y donde sea. La libertad de decisión está por encima de todo.
Felicidades. Buena reflexión
ResponEliminaMe parece muy bien que Catalunya juegue contra EEUU, y muy mal que la FEF no permita este partido, porque como bien dices, se trata de un espectáculo deportivo y nada más.
ResponEliminaLo que no entiendo es porque los políticos en Catalunya se empeñan en montarse una selección y quieren que se le trate como un pais más. Vería bien que hubiese selecciones por comunidades autónomas, pero creo que esa no es la intención que llevan...
No, no es la intención de los políticos. Quieren selecciones, pero es una cuestión más política que deportiva. Aquí es donde empieza el enfrentamiento.
ResponEliminaTens raó: és curiós que pengem la senyera malament. En d'altres països es consideraria una falta de respecte i tot.
ResponEliminaSobre el partit, estem amb el de sempre. Tot es polititza de forma extrema i acaba avorrint tant com un partit amb Luis Aragonés de per mig.
La solució? Per tenir seleccions, cal tenir un Estat. Així que treballin els polítics, si n'estan tan interessats: o Confederació Espanyola o independència.
Exactament, Ury. Així de senzill o de complicat.
ResponEliminaA veces lo más sencillo se vuelve (o lo vuelven) complicado... Nunca puedes posicionarte como neutral, porque parece que en este eterno debate o estas de un lado o de otro, nada de medias tintas. Jordi, igual nos asombraríamos y todo de saber la cantidad de gente que nunca oyó hablar de Guifré...
ResponEliminaO estás conmigo o estás contra mí, Mili! Ja ja ja. Tienes toda la razón. Con lo bonito que es a veces quedarse al margen y lo difícil que nos lo ponen a veces. Guifré? Guifré? En que peli sale. Ja ja ja. Dicen que somos lo que sabemos. Un besote.
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