dimarts, de novembre 27, 2007
Paranoia 68: El toro maldito
Yo no habría podido vivir en el lejano oeste. Seguro que me hubiera gustado más hablar que disparar y me temo que mis enemigos (todos tenemos alguno) no habrían perdido el tiempo en escucharme. Pim, pam, pum... ¡y al agujero! Un charlatán menos, dirían los vaqueros. ¿A qué viene esto? Pues que el otro día fui a un parque de atracciones que hay en Platja d’Aro (Baix Empordà, Costa Brava), a unos diez kilómetros mal contados de Palamós. Allí los niños se lo pasan bomba. ¿Por qué los padres intentamos hacerles la competencia? Es una pregunta sin respuesta.
Pasamos allí media horita montando en unas cuantas atracciones. Ya nos íbamos cuando, por desgracia mía, vimos al gran... “toro mecánico”. Después de preguntarle al encargado si era una atracción ‘apta’ para niños pequeños, le dije a mi hijo que, si quería, podía probar. Él, que tiene seis años, subió, aguantó un ratito, cayó y se rió como un loco. Desde fuera, cámara fotográfica en mano, lo vi fácil, muy fácil. Y como sigo teniendo el síndrome de Peter Pan subí a lomos de esa ‘bestia infernal’. No llevaba ni sombrero de cowboy, ni chaleco, ni cartucheras ni pistolas, ni lazo, pero creía que dominaría al toro, torito guapo, como cantaba el Fary.
Nada más lejos de la realidad. Subí, me cogí de la cuerda que había en medio del animal y empezó la locura: vueltas y vueltas sin parar a una velocidad de vértigo. Me imagino que el toro se adapta al peso y a la altura de su ‘invitado’. Ésta es la única explicación posible. A mi hijo le pareció un juego; a mí una tortura: la cara desencajada, las piernas doloridas de tanto apretar y pidiendo que pararan la atracción a grito pelado: ¡¡¡¡Salvadme, que me mato!!! No sé si estuve encima del toro treinta minutos o tres minutos, pero ese rato se me hizo eterno. Ya me veía con la cara partida en dos y sin poder ir a la tele unas cuantas semanas.
Apretaron el botón de STOP y me lancé a las colchonetas como un gato asustado. Cuando me vi a salvo, con el toro parado, y sin ningún rasguño recuperé la sonrisa. Nunca mais, como dirían los gallegos. Y pensar que en Estados Unidos hay gente que se gana la vida yendo de rodeo en rodeo. El objetivo es aguantar el mayor tiempo encima de un toro... ¡vivo! A mí, este pequeño parque de atracciones me ha servido de entrenamiento. Este fin de semana voy a Port Aventura y ya sé que no tengo que montar en ningún sitio. Sólo faltaría...
Jajaja lo que no te pase en un centro de atracciones yo trabajé en uno hace años y ... es genial ver a los clientes reviviendo su infancia, pero creeme será un grato recuerdo para tus hijos, y nietos porque seguro que de esta se acuerdan siempre!!!!
ResponEliminaDe veras que haces que cualquier cosa suene de lo más divertida, yo también quiero ir a ver como te estropicias!!! (es broma, pero me dio nostalgia de mis años de travesuras en los parques algo que debo retomar!)
Besos!!
Ahhhhhhjajajajajajajjajajajajajaajaj
ResponEliminajajajajaajajjaajajjajajjajajajajajaj
ajajajajajajajajajajajajjajajaja...
Pero qué risaaaaa!! Diossssss!!!! Tú te has creido que aun tienes 20 años, no???? Jijijij... Es bromita, Jordi... seguro que con un poco de práctica, el toro cae rendidito a tus pies... Oreja y rabo, te íbamos a dar...
Yo en breve iré a patinar sobre hielo con mis nenes... Tampoco me las voy a ver y a desear, Jordi... Espero que no inetente cogerme de la mano, o me veo lesionada de por vida...
Yo es que he nacido patosa para unas cuantas cosas, sabes'?? Mejor me quedo en la barrera :P
Muakisss!!
"Apretaron el botón de STOP y me lancé a las colchonetas como un gato asustado"
ResponEliminaAy, ay, ay ... no será: "Apretaron el botón de Stop pero en el mismo momento me caí"
nusé, nusé ....
Y lo bien que se lo pasaría tu hijo viéndote dar botes y sufrir encima del toro?????
ResponEliminaEso lo compensa todo no?? jajaja
Un beso!!
Trabajastes en un parque de atracciones? Que sorpresa, Castigadora. Intento hacer posts simpáticos, esa es mi intención. Besos.
ResponEliminaNo voy a volver a intentarlo, Noemí. Ten el doble de 20, menos uno. A mí lo de patinar sobre hielo se me da un poquito mejor. Recupérate. Muaks.
Me lance Maribel, me lancé... aunque el resultado hubiera sido el mismo. Besos.
La verdad es que sí. Sureña. Se lo pasó bien... pero me hubiera gutado quedar un poquito mejor. Un beso también para tí.
ResponEliminajjajajajajajaja! me hiciste reir como loca! jajjaa
ResponEliminasip, en US en estados como Texas por ej. son expertos en rodeos...a mí no me copan estas cosas...
y teniendo en cuenta que cuando voy a Disney me la paso en el Town de Mickey o en un pequeño mundo, imaginate que ni en sueños me subiría a un toro mecánico! jajjaa
Allí los niños se lo pasan bomba. ¿Por qué los padres intentamos hacerles la competencia? Es una pregunta sin respuesta.
ResponEliminaEse fragmento no tiene desperdicio, jajaja, igual que la anécdota.
¡Eres un anecdotario andante! Yo solo me he subido una vez a un toro,y no era de esos que se mueven para todos los lados, sino un a especie de cilindro con la embergadura de un toro (así a ojo) y con cabeza de bovino.
Te subías al cilindro, cubierto de pelaje artificial... ya ale! Ni cuerda ni nada, agarrate fuerte y buena suerte...
Lo mejor de la atracción era que sonaba "El toro enamorado de la luna" mientras peleabas por tu vida, xD.
Sin más.
Hola, Charruita. Yo tampoco pensaba subir, pero lo vi tan fácil... A mí también me van las cosas más tranquilitas.
ResponEliminaGracias por la visita Town Crier. Se me están acabando las anécdotas. A ver que escribo la próxima vez. Un saludo desde Granollers a Granollers. Tu anécdota también es impagable: el 'cili-toro'. Ja ja ja.
jajajaja !!
ResponEliminaNos gusta ser niños de vez en cuando y eso está bueno ! hasta que los huesos y los miedos de adulto nos estropean el juego... jajaja !!
Es verdad, Marta. Los miedos y las precauciones nos hacen poner el freno de mano. Y un día que no lo pongo... ya ves! Hasta la próxima.
ResponEliminawe... si estoy vivo, ese "cancion que dice algo" ha sido mi "cancion que dice algo" mas .... "cancion que dice algo" y bueno... ando un pelin jodido... en fin.
ResponEliminaXcierto eres como un niño chico con el toro.
Ánimos, Piña. Seguro que vendrán tiempos mejores. Y lo del toro, ya ves. Una idea loca. Un abtazo.
ResponEliminalos españoles y los toros, entre ustedes se entienden!!!!!!
ResponEliminaJordicine, con este gesto alocado, ha venido a reconocer que le hubiera gustado hacer de Javier Bardem en "Jamón, Jamón".
ResponEliminaEh, no por Penélope (o también)... sino para poderse vengar del toro mutilándole las criadillas.
En fin, amigo: pruebe otro día con el toro reumático, que igual es bajito y se deja.
Chico, qque quieres que te diga... ¡Eres un valiente!. La última vez que yo intenté algo parecido acabé con un dolor de espalda y de.... ejem... que me dije a mi mismo que no volvería a subirme a semejante animal. Y eso que yo si tengo 20...
ResponElimina¡¡Menudo trauma para el niño ver a su padre aterrorizado, chillando ¡parad esto por el amor de Dios! con la cara desencajada!! pobre criatura... jajaja cuando los demás niños hablen de sus padres y sus hazañas, y el tuyo calladito, y al final dirá... ¡bueno, pero el mio sale en la tele!
ResponElimina:)
Eso de los españoles y los toros es un tópico, Eugenia. Barcelona, por ejemplo, se ha autoproclamado ciudad antitaurina. Imagínate.
ResponEliminaUri-ginal como siempre. Pero no me vuelvo a subir ni a un toro reumático. Muy buena la comparación con 'Jamón, Jamón', todavía con la Penélope auténtica.
Primera y última vez, Tabernero. Pienso como tú. Para qué arriesgarse?
Carmen, que mi hijo se lo pasó de rechupete. Le encantó verme montado en esa bestia infernal. Y en la tele me ve cada día!!!
Este es el Jordi,valiente,decidido,sin miedo,tranqui que de lo demas estare callado como una tumba,es broma,este rato ni tu ni tu familia lo olvidareis y reireis cada vez que lo recordeis,como sabes estas cosas me estan vedadas pero que me quiten lo bailao
ResponEliminaAinsssssssss que bien te lo pasas jajaja
ResponEliminaYo hace años que no me monto en un toro de esos, no tengo equilibrio o será que no tengo brazos fuertes jajaja
En Port Aventura móntate en todoooooooo , yo voy una vez al año como mínimo y lo paso genial me monto en todo (sí es que en el fondo mu en el fondo yo soy una niña) jajaja
Espero que nunca perdamos ese espíritu de niños por que esa es la chispita que nos da alegría y ilusión
Un beso
Es verdad, Picaor. Qué anécdotas contaría si no hiciera un poco el 'burro'? Nos vemos el lunes 'jubilao'. Ja ja ja.
ResponEliminaClaro Kioskera, ese espíritu infantil es muy grande. La vida de mayor es más aburrida. Síndrome Peter Pan, ya te digo. Besos.
Hola Jordi,
ResponEliminahe aprendido ha hacer links, y he puesto el tuyo en mi página.
Solo que mi habilidad me permite poner el nombre y no un lindo banner como he visto que hacen otros.
Si sabes como hacerlo, se agradecen las instrucciones!
Esto me recuerda a cuando ponían el torito en la fiesta de fin de curso del colegio. Lo que nos gustaba aquello, y como dices, aún nos pica el subir a ver si podemos con el torete. A ver que tal te va en la próxima salida. Suerte!
ResponEliminaGracias, Eugenia! No sé demasiado, la verdad. Yo lo tengo igual que tú. Lo poco que sé me lo enseñó 'Enredado'. Hasta la próxima y gracias por la visita.
ResponEliminaCómo van los estudios, Enredado. Mira, hace un momento hablaba de tí. Yo hasta el otro día nunca había subido a un torito de estos. Espero tener más suerte este fin de semana. Escríbeos algo!!! Te echamos en falta...
uy, uy que te haces mayor!!! seguro que la próstata te molesta y vas al baño cada 5 minutos...je je...
ResponEliminaen lugar de toro mecánico, has probado con una oveja mecánica??? ja ja!! pero negra no eh?
salud!
No llames al mal tiempo, Jordi Martínez. Ya sabes que soy exhipocondríaco. Oveja mecánica? Beeee!!!
ResponElimina