No dudes de mí, cariño

Le dije que iba a dejarla. Lo tenía claro. No podía dudar de mí de esta manera. Le había demostrado mi fidelidad sobradamente. Le dije que era materialmente imposible que yo estuviera en dos sitios el mismo día, a la misma hora, en el mismo minuto... incluso en el mismo segundo. Si no me creía ella, estaba claro que no lo haría nadie. O me defendía con los ojos cerrados o la dejaba para siempre.

No hablo de hombres ni de mujeres. Hablo de entitades bancarias. El otro día FABRISA me dijo que no se fiaba ni de los cajeros automáticos. ¡Y bien que hace! Hace unos meses saqué 200 euros de uno de Andorra. Lo hice con una targeta. Mi sorpresa es que, unos días después, la entidad con la que trabajo (que no es la misma en la que retiré el dinero) me cargó 400. Pedí explicaciones, claro está, y me reingresaron los 200 euros que me habían cobrado de más.

La sorpresa llegó poco después. Sin decirme nada, sin hacerme ni una triste llamada, volvieron a quitarme los 200 euros. Esta vez me hizo menos gracia y les dije que tenían dos opciones: ponerlos otra vez en mi cuenta o cancelarla. Se tomaron mi queja en serio y se pusieron en contacto con el otro banco que, según parece, no les hizo caso. Unos y otros tenían claro que era imposible que yo hubiera sacado 200 euros de un cajero y 200 de otro; el mismo día, a la misma hora, en el mismo minuto... incluso en el mismo segundo.

Pero, aún y así, nadie quería hacerse cargo. 'La informática es infalible', les dijeron como excusa a mi entidad bancaria. Pues va a ser que no. Quizás tenga algún don, pero el de la obicuidad seguro que no. ¿Cómo acabó todo? Pues que la caja con la que trabajo asumió la pérdida y me devolvió los 200 euros. 'Que sepas', me dijo el director, 'que el dinero lo hemos puesto nosotros'. Sólo faltaría. O me demostraba que me quería, que se fiaba de mí, o iba a dejarle. En los negocios, igual que en el amor, no hay nada sin confianza. Muá.

El espiral: Capítulo 6. La revelación

Antes de leer el sexto capítulo de esta historia os sugiero, si teneis tiempo, que leais los anteriores, linkeados aquí. De todas maneras, intentaré darle sentido al post por si mismo. Allá voy…

Capítulo 1: MASAKOY
Capítulo 2: ALMA
Capítulo 3: CARLOTA
Capítulo 4: BELÉN
(El capítulo 5 no existe porque su autor no ha podido hacerlo)

Después de tan placentero orgasmo me tumbé en la cama y respiré hondo. Todavía con la luz apagada. Todavía sin saber si mi amante había sido Erika o cualquier otra mujer. Ella me había acechado en la oscuridad, casi sin tiempo de reaccionar, y tenía mis serias dudas. Durante nuestra ración de sexo salvaje había gritado su nombre a los cuatro vientos, pero ella se había mantenido en silencio. Hasta la fecha, nunca me había acostado con Erika, aunque lo deseaba como nada en el mundo, y no tenía la suerte de poder comparar.

Quería abrir la luz y salir de dudas; pero… ¿Y si no era ella? Me había prometido a mi mismo que sólo estaría con esa mujer que despertaba mis más bajos instintos, con nadie más. Moriría por pasar el resto de mi vida con esa bailarina de cabaret, con esa mujer de discurso claro y conciso y cuerpo de Diosa. Desde el día que la había conocido no había mirado a ninguna otra mujer, más allá de mi madre y de mi hermana. Así que tanteé en la escuridad, con la intención de encontrar el interruptor de la luz, y me dispuse a acabar con tanto misterio.

La verdad es que quedé sorprendido. Habían pasado sólo cuatro o cinco minutos, pero estaba más solo que la una. No había rastros de su ropa ni de nuestra árdua batalla. Todo estaba ordenado, impoluto, como si no hubiera pasado nada entre nosotros. Un extraño escalofrío recorrió todo mi cuerpo. ‘Piensa’, me dije… antes de que sea demasiado tarde. Cuando saqué mi conclusión, acertada o no, caí hasta el infierno de mi interior. Había pasado meses jugando conmigo mismo.

Ya sabía porque Erika podía pagarse vicios caros. Ya sabía de quién era la ropa de ejecutiva (o más bien dicho de ejecutivo) que había dentro de su armario. Ya sabía porque Erika se ausentaba del cabaret cada dos meses. Me costaba creerlo, pero Erika y yo éramos la misma persona. Mi raza (como dejó claro Masakoy en el capítulo uno) tiene la capacidad de cambiar de sexo cada mes. Y yo lo había hecho; vaya si lo había hecho.

Así que después de ser un habitual de los cabarets de baja calaña quise convertirme en una de las chicas que allí trabajaban. Quería saber qué siente una mujer cuando baila rodeada de ojos lascivos. Quería saber qué siente una mujer cuando recibe dinero de un desconocido a altas horas de la madrugada. En ese cabaret, por un puñado de euros, podías elegir a la chica que quisieras y hacer realidad tus más oscuras fantasía sexuales.

Sin haberme dado cuenta, yo, un joven y apuesto ingeniero industrial, estaba enredado en una doble vida que estaba a punto de volverme loco…

El capítulo 7 (que me imagino que es el último) lo escribirá MIGUELO

Un rostre que no és meu

De momento, y es una lástima, ‘Un rostre que no és meu’ (un rostro que no es mío), sólo está editado en catalán. Es un libro corto, de 125 páginas, escrito por Òscar Palazón, al que conocí gracias al blog 'El vertigen del trapezista'. Lo he devorado en apenas una semana. Tiene un ritmo brutal, con un lenguaje claro y directo, como un puñetazo en el estómago. Algunas palabras escritas en mayúsculas, algunas malsonantes, en líneas cortísimas... todo para enganchar al lector de la primera a la última página.

El libro, que os recomiendo encarecidamente, está dividido en dos partes. La primera son 11 historias cortas, todas con un ritmo vertiginoso, por las que pasan voyeurs, maridos infieles, skins y un abuelo que se acuesta con una menor. Todos los protagonistas, reales como la vida misma, son hombres. La segunda parte es un poco más calmada y está protagonizada por una mujer. Es una testigo protegida, creo yo. Puede parecer una obra violenta, pero no lo es. Aunque escondido, el amor está detrás de muchas de estas aventuras por el ‘lado oscuro’.

Y es que, como cuenta Òscar Palazón, su obra puede interpretarse de mil maneras diferentes. He tenido la suerte de comentar este libro con él, vía e-mail, y ha sido una delícia. Me ha explicado que su novela tiene mucho de ‘Amores Perros’ (2000), de ‘Pulp Fiction’ (1994) y de ‘Memento’ (2000), tres películas que, dicho sea de paso, me encantan. Palazón, que nació en 1969, también ha ‘bebido’ de los libros de Lobo Antunes y de Knut Faldbakken. Si teneis la oportunidad de leer ‘Un rostre que no es meu’, lo disfrutareis al máximo. Seguro.

Floto, luego existo

Flotar: Sostenerse un cuerpo en la superficie de un líquido. Flotabili-dad: Propiedad de ciertos cuerpos sumergidos en el agua de aflorar a su superficie en determinadas condiciones. Pues eso: floto, tengo flotabilidad y... POQUÍSIMAS GANAS DE ESCRIBIR. Buena semana a todas y a todos. Y ánimos, ¡Que mañana ya es miércoles!

Teléfonos al rojo vivo

Después de analizar las caravanas, hoy afronto otro de los grandes interrogantes de la humanidad. ¿Por qué cuando suena el teléfono siempre gritamos... ya vooooyyyy? ¡Si el que está al otro lado no nos oye! Ring, ring, ring... ¡Qué te he dicho que ya voy! A ver: si nuestro futuro interlocutor nos oyera, no sería necesario coger el teléfono. Podríamos hablar a gritos y ahorrarnos la factura.

Esto de los teléfonos es un cachondeo. Gritas ¡Ya voy! (aunque sabes que no te escucha nadie) y cuando coges el auricular te encuentras con un mensajito como éste: “espere, le estamos transmitiendo la llamada”. ¿Qué me espere yo? ¿En mi casa? ¿Me llaman y encima me tengo que esperar? Ni de coña, vaya.

Estoy harto de las compañías que me acosan para verderme cosas al mediodía y por la noche. Estoy harto de que boicoteen mi siesta. Estoy harto de que boicoteen mi cena familiar. Estoy harto de sus mentiras. Estoy harto de que intenten convencerme con mil y una promesas. Y digo INTENTEN. Desde ayer les digo que NO a los dos segundos de empezar a hablar. NO COMPRO NADA POR TELÉFONO. NADA DE NADA. Lo siento.

En diciembre me di de baja de Digital +. Desde entonces no han parado de acosarme diciéndome que era un gran cliente y que querían recompensarme con unos meses de abono gratis. Siempre he dicho que NO. Uno de las veces se comprometieron a enviarme a un técnico (me di de baja porque no veía bien algunos canales) para repasarlo todo. Les dije que si quedaba bien instalado pensaría si volvía a darme de alta. Pues, para ellos, este “si” condicional se transformó en un “sí” afirmativo. Nunca vino el técnico, nunca se reinstaló el equipo pero, sorprendentemente, ayer me llamaron porque no había pagado el mes de junio. Todavía me río.

Mi decisión es definitiva. NO COMPRO NADA POR TELÉFONO. NADA DE NADA. Si quiero algo, iré a la tienda que toque y firmaré un contrato. Y QUIERO LA COPIA EN MANO. No quiero que me engañen más. Pueden intentarlo, como esta vez, pero dudo que lo consigan. Ring, ring, ring... ¡He dicho que ya voy, joder! Espero que no quieran venderme nada. ¡Estoy otra vez a punto de cenar!

Salvajes de la autopista

El precio del barril del petróleo (caben unos 159 litros) ha llegado a los 140 dólares, un nuevo y lamentable récord histórico.

A día de hoy, el coste aproximado del carburante en las gasolineras españolas es éste:

Sin plomo 95 = 1’25 euros por litro

Sin plomo 98 = 1’36 euros por litro

Diesel = 1’32 euros por litro

Espero que ‘Mad Max’ (salvajes de la autopista) siga siendo una película de ciencia ficción y no se convierta en premonitoria. Dirigida por George Miller, en 1979, nos explicaba las hazañas de un policía (Mel Gibson) encargado de hacer frente a un grupo de criminales que mata para conseguir gasolina, el preciado oro negro.

Se trata de una ‘Road Movie’ ambientada en un futuro post-nuclear que, si no fuera tan optimista, creería que empieza a estar muy cercano. La guerra de la gasolina, con todo lo que comporta, ya es una realidad palpable.

Rodeados de viñedos

Este fin de semana hemos estado en la comarca del Alt Camp, en Tarragona, rodeados de viñedos. En esta provincia catalana hay seis denominaciones de origen: Tarragona, Terra Alta, Priorat, Conca de Barberà, Montsant y Catalunya. Ha sido un sitio idóneo para acabar de leer ‘El Celler’ (la bodega), de Noah Gordon, y hacer esta foto.

Quizás no sea tan brillante como ‘El médico’, pero lo he devorado en una semana. Narra la vida de un buen hombre, Josep Álvarez, que huye a Francia después de participar, sin saberlo, en un complot político. Allí trabaja en unos viñedos hasta que decide volver a su pueblo natal con la idea de elaborar un buen vino.

Viñedos, amapolas y mucha, mucha tranqui-lidad. Por una vez, hemos cambiado la playa por el campo y, la verdad, lo hemos pasado muy bien. Buena semana a todas y a todos.

Comentario: 'El incidente' (****)

Empieza la autodestrucción

2008 / Estados Unidos / 90 minutos / Ciencia ficción / Director: M. Night Shyamalan / Intérpretes: Mark Wahlberg, Zooey Deschanel, John Leguizamo, Ashlyn Sanchez, Betty Buckley, Spencer Breslin, Robert Bailey Jr., M. Night Shyamalan / Todo empieza sin previo aviso. En algunas ciudades de los Estados Unidos la gente se suicida en cadena. Nadie sabe porqué. Hay algo que desestabiliza al cerebro humano. ¿Se transmite por el aire, por el agua? Este aterrador ‘asesino’ no puede ser evitado de ninguna manera. ¿Es el final del mundo que conocemos?

He leído un par de críticas negativas antes de escribir mi comentario. A pesar de ello, no van a influirme. A mí, ‘El Incidente’ me ha gustado mucho, igual que la anterior película de Shyamalan, ‘La joven del agua’ (2006), que pasó por los cines sin pena ni gloria. Es verdad que tiene un argumento sencillo, pero es una película que te engancha en la butaca del primer al último minuto. Estaba aterrorizado. Sentí ese miedo hacia lo desconocido. Y sin necesidad de monstruos, gritos, ni puertas que chirrían ni tan solo la oscuridad. No sufría tanto desde ‘La invasión de los ladrones de cuerpos’ (1956), uno de mis títulos de ficción preferidos.

Igual que en ‘Los Pájaros’ (1963), en esta película (rodada íntegramente de día), la naturaleza también se ensaña con los humanos. Según cuenta Shyamalan, el título de Alfred Hitchcock fue uno de sus referentes a la hora de rodarla. ‘El incidente’ no deja de ser un cuento que, cuando piensas en él, pierde su vertiente más infantil para convertirse en místico. Posiblemente, tenga un mensaje demasiado sencillo, pero contundente y arrebatador.

Mark Wahlberg defiende bien su papel de profesor de ciencias, pero sin gran variedad de recursos. Eso sí, está a años luz de Zooey Deschanel (que interpreta a su mujer), un personaje demasiado vacío. Aunque, dicho sea de paso, Alma, que es el nombre de su personaje, dice desde un primer momento que no quiere mostrar sus sentimientos en público. Aún y así, Wahlberg habría brillado más con una compañera con más recursos. La historia de amor y desamor entre ellos tampoco acaba de convencer. El papel de John Leguizamo es corto pero intenso, casi paranoico.

(El resto del comentario explica partes de la película)

Las abejas han desaparecido de los Estados Unidos. ¿Por qué? Nadie lo sabe. Albert Einstein aseguró que cuando esto pasara al mundo le quedarían cinco años. En ‘El Incidente’ son los humanos los que empiezan a desaparecer. ¿Cómo? Pues suicidándose. Hay algo que acaba con el mecanismo de autocontrol del cerebro y empieza a reinar el caos. Para empezar los humanos tienen problemas en el habla. Después dificultades de movimiento y, para acabar, acaban con su propia vida. Las primeras imágenes, con los obreros de la construcción lanzándose uno detrás del otro desde los andamios, son espeluznantes y el preámbulo de todo lo que pasará.

¿Cuál es el peligro? ¿De qué huyen? ¿Se trata de un ataque terrorista? ¿De un experimento fallido? ¿De un virus? Pues se trata de la naturaleza, que ‘decide’ autoregularse. Se siente amenazada por el hombre y logra que éste se autoelimine...

Shyamalan, que tiene un gran dominio de la imagen, esta vez quiere ir un poquito más allá. Para mi gusto en dos o tres escenas se excede con la violencia. Son demasiado explícitas, demasiado gore, lejos de aquellas que le hicieron famoso en ‘El sexto sentido’ (1999) o ‘El bosque’ (2004).

Al final, los suicidios acaban igual que empezaron: sin ninguna explicación. Lo único que queda claro es que la ‘transmisión’ se hacía a través del viento. El profesor y su mujer sobreviven, igual que la hija de sus amigos, que mueren los dos. Estados Unidos se ha salvado... de momento. Ahora la naturaleza ha elegido París. Todos somos culpables: ¡Estamos matando al planeta!

Prepara tu mejor sonrisa

Nada es para siempre

Nada es eterno

Sonríe siempre que puedas

Disfruta de cada minuto como si fuera el último

¿Puede ser ésta la mejor manera de afrontar la vida?

¿Quizás la única?

Si sonreimos, estamos vivos

Realismo + sonrisa = ¿Principio de felicidad?

Buen fin de semana a todas y a todos.

Carreteras sección (adas)

Hoy pongo en marcha una nueva sección. Bueno, creo que no será 'una nueva'. ¿Por qué? Pues porque para ser 'una nueva' tendría que haber alguna de abierta... ¡Y no hay ninguna! Es decir: puede ser nueva (de contenido), pero no 'una nueva' sección, porque sería la primera. Vaya, que no me aclaro. Así que, bien pensado, dejo el blog sin secciones. Ya me está bien que se quede como ahora. ¿De qué iba a ir la nueva sección? Pues no tenía nada que ver con las otras... porque habíamos quedado que no había, ¿No? Era material nuevo, como todo lo que escribo, está claro. Nuevo como mínimo para mí, aunque ser 'original' no es fácil.

Paranoia 68 (nuevo nombre del blog) no tiene secciones, pero en él quiero hablar de cosas que no entiendo, que son muchas. Así que, a pesar de no tener secciones ni crear ninguna 'nueva', voy a analizar uno de los grandes interrogantes de la humanidad. ¿Preparados? Pues venga. ¿Por qué existen las caravanas? Parece sencillo, pero no lo es. Todos las hemos sufrido en nuestras carnes muchísimos días, algunos menos que otros, claro está. Alguna ventaja tiene que tener entrar a trabajar a las cinco de la mañana...

Vale, estoy de acuerdo. Hay muchos coches en fila y se colapsa todo. Pero... ¿Tiene que haber un primero, no? ¡Pues que corra un poco más! ¡Que no se pare! ¿El primero es muy lento? ¿Es un transportista protestando por el aumento del precio del carburante? O quizás, ahora que lo pienso... ¿Avanzamos en círculo? ¿Hay caravana porque el primero pilla al último? Si no es así, no lo entiendo. Es verdad que la mayoría de gente sale a la misma hora... ¡Pero no del mismo sitio! La solución es 'cargarse' al primero, que todavía debe ir con un Seat 131 Supermiafiori 1600.

Me imagino que sin el primero ya no habrá ‘tapón’. ¿Voluntarios? ¿No? Pues llamo a Lewis Hamilton, que ya tiene experiencia. Sacó de la pista a Kimmi Räikkönen del Gran Premio de Canadá y se quedó tan tranquilo. ¡Problema solucionado! Adiós caravanas, adiós...

Películas reunidas Geyper IV

Cuarto capítulo de ‘Películas reunidas Geyper’. ‘This is England’, ‘La soledad’ y ‘El jefe de todo esto’ son tres grandes títulos. Si no las habeis visto, valen la pena. Las otras tres, para mí, son prescindibles, aunque también se dejan ver.

Expiación. Más allá de la pasión (2007). De Joe Wright, con Keira Knightley y James McAvoy. Óscar a la mejor banda sonora y 7 nominaciones más. También ganó 2 Globos de Oro. En 1935, Briony, una escritora de 13 años, acusa al ‘novio’ de su hermana de violar a una amiga suya. La música, combinada con el sonido de las teclas de una máquina de escribir, es extraordinaria. Parece avisar de algo que no acaba de pasar nunca, porque la película no ‘despega’. Lo mejor es el final. Demuestra que una falsa acusación, en este caso hecha por celos, puede hundir la vida de muchas personas.

This is England (2006).La dirigió Shane Meadows, con Thomas Turgoose, Stephen Graham y Jo Hartley a la cabeza. Para mí es una de las mejores películas de la temporada. Ambientada en los 80, nos explica la vida de un niño de 12 años que perdió a su padre en la Guerra de La Malvinas. Todo el mundo se ríe de él hasta que lo ‘adoptan’ un grupo de skinheads. El papel de Turgoose es realmente espectacular. Descubre antes de tiempo el mundo de las fiestas, el ‘sexo’ y los encantos de las botas Dr. Martins. La llegada de Combo, un cabeza rapada más racista y violento que el resto, le hace crecer de golpe.

La soledad (2007). Con Sonia Almarcha, Petra Martínez, Míriam Correa y José Luis Torrijo, entre otros, bajo la dirección de Jaime Rosales. Ganadora de 3 Goyas: Película, Director y Actor Revelación (Torrijo). Es excepcional. En ella nada es monótono ni rutinario. Todos los actores destilan autenticidad y sentimientos por los cuatro costados. Rosales nos explica la historia de dos mujeres. Una es Adela, que se traslada de un pequeño pueblo a Madrid, junto a su hijo, después de separarse. Una explosión acaba con sus ilusiones. La otra es Antonia, propietaria de un pequeño supermercado. Los problemas de sus hijas acaban con ella.

Leones por corderos (2007). Robert Redford se dirige a si mismo, a Tom Cruise y Meryl Streep entre otros. Drama bélico que no pasará a la historia. Con un buen reparto, pero vacío del primer al último minuto. Ya sabemos que los políticos mienten y que la juventud tiene dudas. Nos explica tres historias interconectadas: El congresista que interpreta Cruise concede una exclusiva a Streep, que hace de periodista. Redford, un profesor idealista (¿Quedan?), trata de motivar a un alumno brillante desencantado con todo. Paralelamente, dos alumnos ‘normales’ se creen el ‘rollo’ de la guerra y se van voluntarios al Afganistán.

El jefe de todo esto (2006). De Lars Von Trier, con Jens Albinus, Peter Gantzler, Louise Mieritz i Iben Hjejle. Primera comedia del director danés, absolutamente brutal. Es una farsa malévola, que demuestra lo ‘retorcidos’ que pueden llegar a ser algunos. El propietario de una empresa quiere venderla. El problema es que, cuando la fundó, se inventó un ‘jefe’ tras el que ocultarse. Un ‘jefe’ que aprieta a los empleados desde una supuesta ‘central’ y él, como responsable de la oficina, hace de mediador. ¡Menuda doble moral! Para que interprete al ‘jefe’ ante los compradores contrata a un actor en paro. Al final, a él le pagaran con la misma manera.

Bee Movie (2007). Mala película de animación dirigida por Steve Hickner y Simon J. Smith. Barry B. Benson es una abeja recién graduada en la universidad. Cree que puede dedicarse a otra cosa que no sea hacer miel. Un día conoce a una florista de New York, Vanessa, y se enamora de ella. Cuando se da cuenta que los humanos les ‘roba' la miel presenta una demanda contra ellos, con la ayuda de la chica. Gana el juicio y, como consecuencia, se acaba el proceso de polinización del mundo mundial. Así que hay que dar marcha atrás para que todo vuelva a la normalidad. No es que me excuse... ¡Pero tengo un niño de siete años! Conoce a Takeshi Kitano, palabra de blogger, pero lo suyo son los dibujos animados. Tampoco le entusiasmó.

Cuarentañeros y piratas

Como dice mi primo Dani, que cumplió los 40 el mismo día que yo, somos cuarentañe-ros. ¡De cuarento-nes, nada! El aniversario fue el miércoles, pero lo celebramos el sábado. Elegí el restaurante TANNAT de Palamós, ubicado en el Carrer Major. Es un local pequeñito, todo de madera, en el que Manel y Concha te hacen sentir como en casa. Lo cocinan todo al momento y, además, a la vista. Es un verdadero festival para los sentidos a un precio más que razonable.

Algunas de sus especialidades son el carpaccio de ventresca de atún, el pastel de manzana y foie micuit, la pasta de hojaldre con sardina marinada, el rissoto de arroz negro y sepia, la costilla laqueada y los buñuelos de chocolate. Antes de servirlos los rellenan uno a uno. Si algún día vais a Palamós pasaros por allí. Eso sí, reservad mesa (972 60 12 02) e id sin prisas. En el TANNAT más que clientes tienen amigos. Si vas, seguro que vuelves.

El cumpleaños coincidió con la décimosex-ta edición de la 'Botiga al Carrer'. A lo largo de todo el día, los estable-cimientos del Carrer Major sacaron paradas delante de sus puertas para intentar vender un poco más y darle al pueblo un ambiente de día festivo. Este año la iniciativa ha sido bautizada como 'Tierras de Piratas' y todos los comerciantes iban ataviados con un pañuelo pirata. El mismo que me he puesto hoy para ir a la playa.

Por cierto, cada día son más las personas que empiezan a bañarse en la Platja Gran, con las niñas y los niños a la cabeza. Ayer llovió bastante, pero hoy el día se ha levantado con un sol impresionante. Ya queda menos para el verano. Buena semana a todas y a todos.

El Juego del Ángel

Os recomiendo ‘El Juego del Ángel’, el último libro de Carlos Ruiz Zafón. He hablado con más de una persona que no sabía si leerlo porque guardaba muy buen recuerdo de ‘La sombra del viento’, su anterior título. No tiene nada que envidiarle, de verdad. Lo he devorado en una semana y media. La historia es brutal y los personajes están tan bien ‘dibujados’ que parecen reales. Será uno de los libros del año. Estoy seguro.

No voy a explicar su argumento, ni mucho menos, pero quiero dar dos datos para los lectores más ‘nostálgicos’: vuelve a salir la Librería Sempere e Hijos y el Cementerio de los Libros Olvidados. ‘El Juego del Ángel’ no es una continuación de ‘La sombra del viento’, pero tiene este par de ‘guiños’ para sus fans más incondicionales. Buen fin de semana a todas y a todos.

Era 4 de junio...

Se puso de parto un 4 de junio a las nueve y media de la mañana. Su marido la acompañó rápidamente a la Clínica Víctor Conill, en la calle Carabela Niña de Barcelona. La ingresaron en la habitación número 12 y, seis horas después, nació un niño que pesaba casi cuatro quilos. ¡Sólo le faltaban cincuenta gramos! De eso hace cuarenta años. No sé si a esta edad hay que hacer balance, pero para mí (aunque cambio el 3 por el 4) es un aniversario más. Buena semana a todas y a todos.

El vigilante de la playa

Este fin de semana no ha habido baño. Tanto el sábado como el domingo diluvió. Pero como me gusta tanto el mar y promociono Palamós en el blog, el Ayuntamiento me ha designado ‘Vigilante de la Playa’. Todavía no llevo el bañador rojo ni los típicos salvavidas porque, con este tiempo, casi nadie se mete en el agua. Pero todo llegará, seguro. La posición ya la he tomado. Desde mi silla, más alta que la de un juez de tenis, lo controlo todo... como a mí me gusta. Aquí las únicas que se ahogan, y sólo si se portan mal, son las medusas.

Me imagino que sobra decir que esto es una 'Paranoia 68' más. Hay muchísima gente mejor preparada que yo para hacer este peligroso trabajo. Pero ví la silla en la playa, que el año pasado no estaba, y me hizo ilusión sentarme en ella. Sin más. Buen inicio de semana a todas y a todos.