dimecres, de març 01, 2023

Extrañas (Guillermo Arriaga)

Lo anómalo disgusta y da miedo. Y hay que invisibilizarlo al máximo. En la Inglaterra del siglo XVIII, no hay cabida para bestias, adefesios o engendros. Se les puede llamar de mil y una maneras. Sus familiares les tratan con desprecio, peor que animales, pero los mantienen con vida. Por cuestiones religiosas. Estos seres diferentes llenan las 489 páginas de “Extrañas”, la última y apasionante novela de Guillermo Arriaga (Ciudad de México, 1958). Está publicada por Alfaguara

William Burton es el noble heredero de una poderosa casta de guerreros autoritarios, que hace muchas generaciones que impone su ley con mano de hierro. Algunos de sus rivales han sido descuartizados y han acabado siendo comida para perros. Nadie se atreve a plantarles cara. El día que William visita todos sus dominios -le están preparando para el relevo generacional- descubre a los dos primeros esperpentos y su vida cambia para siempre. Decide que quiere ser médico y ayudarles en lo que sea posible. Pero su padre se lo prohíbe. Se niega a atender a sus razones. Al no hacerle caso, decide desterrarlo. Seguirá manteniéndolo económicamente, pero no podrá volver jamás a casa ni hablar con nadie de la familia. La medicina es charlatanería y farsa. 

La escritura de Arriaga tiene una fuerza excepcional, con personajes profundos y llenos de contradicciones. El de William es un viaje hasta los confines del mundo, llegando a Egipto y a Abisinia. Y lo hace al lado del gigante Robert Black, un eminente médico especialista en 'enfermedades raras'. Es el genio indiscutible de la época, tamizado por la ingesta de litros y litros de absenta. El vástago de los Burton no puede entrar en la universidad, pero se rodea de los mejores para absorber conocimientos y ejercer de médico. Sin licencia. Por sus manos pasan una mujer elefante, un hombre lobo, cabras bicípites, una momia también con dos cabezas y las extrañas, de las que nada explicaré. Un pequeño catálogo de seres y estares, como rezaba el título de uno de los discos de El último de la fila

UNA NOVELA CATEDRALICIA 

“Extrañas” es una novela catedralicia, sin apenas puntos y aparte. El autor nos lo explica todo de corrido, sin capítulos ni separaciones. Esto ayuda a crear una atmosfera muy cargada, donde las bestias rivalizan con prostitutas y mercaderes y boticarios llenos de sabiduría. “Los Hombres aparentan buscar un coño, en realidad, claman por un oído”. Me ha llamado la atención las dos o tres autopsias en las que William participa, narradas con un realismo total. Gran ensayo sobre la condición humana y la lucha entre la ciencia y la religión. De Arriaga ya había leído y comentado "Salvar el fuego", "El salvaje", "El búfalo de la noche" y "Un dulce olor a muerte". Cuando él publica, el mundo se para. Hay que leerlo y disfrutarlo al momento. 

“Conservo claros los recuerdos de esa mañana como si recién acabasen de suceder y no varios años atrás, ese día mi madre ordenó a las criadas vestirme de negro, en cuanto amaneció mi padre me pidió acompañarlos, en el camino descubrí hacia dónde nos dirigíamos, al lugar prohibido, aquél donde ni yo ni mis hermanos, ni ninguno de los sirvientes, estábamos autorizados a ir: al cementerio del castillo, por boca de las cocineras y de las ayas había escuchado relatos estremecedores sobre fantasmas, sobre seres infernales con dientecillos filosos aguardando entre las tumbas, sobre fuegos fatuos en cuyas flamas se dibujaban los rostros de quienes se hallaban ahí enterrados, cuando se lo comenté a mi madre me regañó, «por eso no es bueno convivir con la servidumbre, te llena la cabeza de tonterías, en ese lugar descansan tus antepasados, debes venerarlo»...”

@Jordi_Sanuy

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