divendres, de novembre 30, 2007

Cosas: Navidad en agosto


Tengo unos tíos que siempre han destacado por su originalidad, ¿Quizás porque tenían una fábrica de muñecas? ¿Es ese espíritu de Peter Pan del que muchas veces hablo? Físicamente yo me parezco bastante a mi tío: más bien alto, más bien delgado y más bien rubio. Ellos siempre han pasado de las modas, de las tradiciones e incluso de las fechas. Son 'auténticos', como se dice ahora.

Hace un tiempo, fui a comer a su casa en pleno mes de agosto. En el comedor había el árbol de Navidad, muy bien decorado, y un montón de regalos a su alrededor. Se avanzaron más que la madre de Noemí, que ya es decir. Y es que mis tíos celebran las cosas cuando les da la gana, cuando más ganas tienen de hacerlo. Son capaces de bendecir la palma en diciembre o de comer castañas y panellets en marzo. No lo hacen para llamar la atención, ellos son así.

¿Por qué digo todo esto? Pues porque creo que el consumismo nos está haciendo mucho daño. Llega la Navidad y todo sube, pero nosotros seguimos comprando... ¿Compulsivamente? Tenemos que hacer colas, pagarlo todo más caro y regalar ‘porque toca’. Regalar es muy bonito, claro que sí, pero cuando uno quiere. Tener que hacerlo obligatoriamente por Navidad (sobretodo si no hay niños) es un poco ‘rollo’. Seguro que muchos de los obsequios que se entregan en estas fechas no sirven para nada: corbatas, colonias y cositas de decoración que quizás ni siquiera lleguen a salir de de sus cajas.

¿Que cuando celebro yo la Navidad? El 25 de diciembre, como todo el mundo. Mi hijo manda. Lo que he escrito hasta hora no deja de ser un pensamiento profundo o una tontería, porque no... pero es lo que pienso en este momento. Además me ha servido para hablar de mis tíos, a los que quiero mucho. Ellos siempre han ido a la suya y eso me parece fenomenal. Navidad en agosto, en bañador, al lado de la piscina. ¡Qué sensación más agradable! Mmm... Buen fin de semana a todos y a todas.

Comentario: 'En algún lugar de la memoria (***)


Olvidar para sobrevivir

2007 / Estados Unidos / Drama / 124 minutos / Director: Mike Binder / Intérpretes: Adam Sandler, Don Cheadle, Liv Tyler, Jada Pinkett Smith, Saffron Burrows, Donald Sutherland, Mike Binder, Cicely Tyson / Alan Johnson (Cheadle) es un dentista de Manhattah con un negocio próspero y una familia que le quiere. Un día, por casualidad, se encuentra con Charlie Fineman (Sandler), al que no veía desde hacía mucho tiempo. Habían sido compañeros de habitación en la universidad a lo largo de dos años, pero Fineman parece no recordar nada. Vive en un universo paralelo.


‘En algún lugar de la memoria’ no es una película extraordinaria, pero tiene algunas cosas muy interesantes. Quizás la principal sea ver a Adam Sandler hacer un papel dramático, después de tantas y tantas comedias. ‘Click’ (2006) es una de ellas. Parece que hacer papeles ‘serios’ está de moda. Empezó Jim Carrey, brillante, por ejemplo, en 'Olvídate de mí' 2004) y siguió Will Ferrell en ‘Más extraño que la ficción’ 2006). El próximo se`rá Ben Stiller, genial en ‘Zoolander’(2001). El guión tiene pequeños fallos, pero mantiene la intriga hasta el final; que siempre se agradece. Al lado de Sandler, podemos disfrutar de Don Cheadle, simplemente perfecto en la inolvidable ‘Hotel Rwanda’(2004).

En esta película de Mike Binder confluyen dos mundos: el casi ideal de Johnson y el de Fineman, que es mucho más indefinido, muy alejado de la realidad. Johnson parece tenerlo todo, pero le falta algo. Ni él sabe qué. Fineman no tiene nada ni quiere conseguirlo. Un día los dos odontólogos fueron grandes amigos, ahora no son más que dos desconocidos. Gracias a los esfuerzos de Johnson, poco a poco van retomando su amistad. De ello, los dos salen fortalecidos. El dentista ‘estrella’ se da cuenta de que no tiene la libertad que querría para si mismo. La familia y el trabajo se comen todo su tiempo. Le gustaría ser un poco más libre... ¿Cómo su amigo?

(El resto del comentario explica partes de la película)

Fineman es 'libre'... por desgracia. Su mujer, sus tres hijas y hasta su perro murieron en uno de los atentados del 11S. A él le gustaría serlo menos, vivir al lado de sus seres queridos, como antes. Tiene todo el tiempo del mundo, pero no sabe cómo gastarlo. Lo único que hace es perder horas y horas frente al televisor, intentando derribar gigantes en un videojuego, además de reformar la cocina de su casa cada dos meses. Es de lo último que habló con su mujer y eso la mantiene 'viva'. Los dos dentistas se complementan y uno aprende del otro. La historia se nos presenta desde un punto de vista optimista, aunque no queda claro si Fineman acabará recuperándose.

Un día Fineman explota, y después de entrevistarse sin demasiado éxito con una guapa psicóloga (Liv Tyler), se lo cuenta todo a su amigo. Hasta ese momento, no había querido pensar en todo lo que perdió. Esa parte de su vida la tenía encerrada en un rincón de su cerebro y prefería esquivarla. Lo prefería, porque, como él mismo reconoce, no lo ha conseguido ni un solo segundo. Quizás encerrarse en sí mismo y no querer a nadie más era su objetivo... hasta que llegó su compañero de cuarto. Fineman no estaba dispuesto a sentir algo por nadie más, pero quizás todo cambie. Nunca nada volverá a ser como antes, pero si un poco mejor.

dimarts, de novembre 27, 2007

Paranoia 68: El toro maldito


Yo no habría podido vivir en el lejano oeste. Seguro que me hubiera gustado más hablar que disparar y me temo que mis enemigos (todos tenemos alguno) no habrían perdido el tiempo en escucharme. Pim, pam, pum... ¡y al agujero! Un charlatán menos, dirían los vaqueros. ¿A qué viene esto? Pues que el otro día fui a un parque de atracciones que hay en Platja d’Aro (Baix Empordà, Costa Brava), a unos diez kilómetros mal contados de Palamós. Allí los niños se lo pasan bomba. ¿Por qué los padres intentamos hacerles la competencia? Es una pregunta sin respuesta.

Pasamos allí media horita montando en unas cuantas atracciones. Ya nos íbamos cuando, por desgracia mía, vimos al gran... “toro mecánico”. Después de preguntarle al encargado si era una atracción ‘apta’ para niños pequeños, le dije a mi hijo que, si quería, podía probar. Él, que tiene seis años, subió, aguantó un ratito, cayó y se rió como un loco. Desde fuera, cámara fotográfica en mano, lo vi fácil, muy fácil. Y como sigo teniendo el síndrome de Peter Pan subí a lomos de esa ‘bestia infernal’. No llevaba ni sombrero de cowboy, ni chaleco, ni cartucheras ni pistolas, ni lazo, pero creía que dominaría al toro, torito guapo, como cantaba el Fary.

Nada más lejos de la realidad. Subí, me cogí de la cuerda que había en medio del animal y empezó la locura: vueltas y vueltas sin parar a una velocidad de vértigo. Me imagino que el toro se adapta al peso y a la altura de su ‘invitado’. Ésta es la única explicación posible. A mi hijo le pareció un juego; a mí una tortura: la cara desencajada, las piernas doloridas de tanto apretar y pidiendo que pararan la atracción a grito pelado: ¡¡¡¡Salvadme, que me mato!!! No sé si estuve encima del toro treinta minutos o tres minutos, pero ese rato se me hizo eterno. Ya me veía con la cara partida en dos y sin poder ir a la tele unas cuantas semanas.

Apretaron el botón de STOP y me lancé a las colchonetas como un gato asustado. Cuando me vi a salvo, con el toro parado, y sin ningún rasguño recuperé la sonrisa. Nunca mais, como dirían los gallegos. Y pensar que en Estados Unidos hay gente que se gana la vida yendo de rodeo en rodeo. El objetivo es aguantar el mayor tiempo encima de un toro... ¡vivo! A mí, este pequeño parque de atracciones me ha servido de entrenamiento. Este fin de semana voy a Port Aventura y ya sé que no tengo que montar en ningún sitio. Sólo faltaría...

divendres, de novembre 23, 2007

Cosas: Derecho a desconectar


Lo dice el blog de CastigadoraTodos tenemos derecho a desconectar: del trabajo, de los malos rollos e incluso de nosotros mismos. Yo lo hago nadando, haciendo yoga y, sobretodo, yendo a Palamós (Baix Empordà, Costa Brava). Ese es mi lugar habitual de desconexión los fines de semana. El mar me relaja como nada en el mundo. Con sólo verlo, tengo suficiente para recargar mis pilas, que a veces el viernes ya están casi agotadas. Bañarme es el no va más, pero creo que este sábado y domingo hará mucho frío. Ya veremos. Si sale el sol y no hay tramuntana (un viento típico del Empordà) soy capaz de volver a zambullirme.

¿Qué tiene Palamós que no tengan otros sitios? Si con el mar no hay suficiente, puedo destacar el Paseo Marítimo, el puerto pesquero (en la foto), el puerto deportivo y su barrio antiguo, con calles empedradas con restaurantes y bares muy pintorescos. Como ya conté un día, cuando decido ir de tapas me decanto por 'Can Nicanor', donde Carmen me trata como a un rey. Para desayunar, es habitual ir a ver a Rosa a 'Can Collboni', donde nunca falta de nada. Y, además, allí casi siempre somos los mismos.

Cuando hablo de Palamós tampoco puedo olvidarme de la calle mayor (Carrer Major), donde está el Ayuntamiento y las mejores tiendas de este pequeño pueblo marinero. En invierno, que es cuando se está más tranquilo, no llega a 15 mil habitantes. En verano no cabe ni una aguja. Me gusta mi trabajo, me encanta bloggear, pero el fin de semana hay que intentar bajar el ritmo, romper con la rutina diaria, respirar hondo y mirar hacia el infinito. Yo lo hago en Palamós y quiero seguir haciéndolo por mucho tiempo.

Empieza la desconexión...

dimarts, de novembre 20, 2007

Paranoia 68: Mansión con piscina


Estábamos en lo más crudo del crudo invierno, aprovechando el título de una película de Keneth Branagh. Casa lujosa. De una sola planta. Piscina gigantesca, por supuestísimo. Era de noche. Poca iluminación, la justa para encontrar el caminito que iba de la calle a la puerta principal. ¿Que hacía allí? Pues ni yo lo sé. No era mi casa, os lo aseguro. Ni lo era ni lo es. La mía también también es de una planta, es verdad, pero en un bloque de ocho pisos. Y la piscina es pequeña, tamaño bañera, para entendernos. De hecho es una bañera, pero me permito el lujo de llamarle piscina’. Cada uno bautiza sus cosas como quiere, ¿No? ¿O tengo que preguntarle a Eru porque su blog se llama 'En el cielo no hay alcohol'? Sus motivos tendrá... Y que quede claro que me encanta mi casa. A día de hoy, no la cambiaría por ninguna.

Pues eso. Estaba en esta casa con una amiga a la que me imagino, porque hace tantos años que ya ni me acuerdo, que querría impresionar. De hecho, me IMPRESIONÓ ella a mí, gracias a su elegante mansión. Al ir hacia el interior vi unas gafas de bucear dentro de la piscina. Eran de su hermano pequeño que, por cierto, hacía unos dibujitos muy monos. Estaba a punto de protagonizar uno de los ridículos más importantes de mi vida. Todavía hoy lo tengo presente, aunque me lo tomo con mucho humor. Es una anécdota que ha hecho destornillar de risa a más de uno y que hoy publico en este blog para mantenerla viva.

-Mira, unas gafas de bucear de tu hermano. ¿Las cojo?
-Como tú quieras...
-¿Mejor que las guardeis dentro, no?
-Vale, tú mismo

En ese momento, yo, que soy un verdadero atleta, me quité la chaqueta y de un salto me planté dentro de la piscina, por la parte menos honda, como no. Tampoco era cuestión de lesionarse para recuperar unas simples gafas de buceo. Ni que fueran de oro y tuvieran incrustados un sinfín de diamantes. Pero tuve un pequeño problema. La piscina estaba LLENA de agua; llena hasta los topes. Mi amiga creía que hablaba en broma y me siguió la corriente. ¡Y eso que presumo de tener vista de lince! La oscuridad, la quietud del agua y la época del año (en pleno mes de diciembre) me jugaron una mala pasada. ¿Qué hacía la piscina llena, y sin cubrir, con el Papá Noel casi por llegar?

La imagen es impagable. Yo, vestido de domingo, saliendo de la piscina mojado de cintura para abajo, mojado de agua, que quede claro. Ella no sabía si reir o llorar. Suerte que su madre, que oyó el chapuzón, salió de casa para socorrerme. Pasa, pasa, Jordi. Pasa y sécate. ¿Quieres que te lleve a casa? La chica no tenía edad ni para conducir. Entré cabizbajo, dejando ‘inundado’ su bonito parquet. Supongo que podréis imaginar el ‘chof’ ‘chof’ que acompañaba mis pasos y las sonrisas burlonas que se acumulaban a mi alrededor. Dejaba rastro, como los caracoles.

Con el paso del tiempo me he dado cuenta de que me faltó imaginación. Hoy en dia, quizás reaccionaría de otra manera. Me sumergería del todo en el agua, pillaría las gafas y se las daría en la mano guiñándole un ojo, como si estuviera en un anuncio de colonias. Pensándolo bien, también le habría podido soltar la típica frase machista: 'Tienes algo para cambiarme, nena. Es que no me gustaría constiparme y castigarte unos días sin verme'.

Pero, por suerte, no soy así. Me fuí a casa, conduciendo mi Dyane 6 verde descapotable, riéndome como un loco. Me bañé en diciembre, sin quererlo... y para coger unas malditas gafas de buceo. Lo que hay que hacer a veces... Dios!!!

Comentario: '5 1/2' (****)


La vida en silencio

2007 / Catalunya / 42 minutos / Drama / Director: Sergi A. Minguell / Intérpretes: Xavi Aduà, Alberto Lozano, Manel Gómez, Oriol Vidal, Marta Álvarez, Toni Cruanyes, Agnès Marquès, Mercè Sabanés, Sara Segarra, Edu Pérez, Rosa Maria Anglada / 5 ½ és un cortometraje formado por cinco cortos y medios, como su propio título indica. Supone el debut cinematográfico de Sergi A. Minguell, que también es el autor del guión, de la edición, de la fotografía, de la grabación, de la titulación y del sonido.

No busqueis ‘5 ½’, porque no la vais a encontrar. Se ha presentado en diversos festivales, pero de momento sólo la hemos visto unos pocos, gracias a su distribución en unos cuantos DVD caseros. Pero la podreis ver, seguro. ‘Catalana Films’ ha enviado copias al ‘Tribeca Films Festival de Manhattan’, al Festival de Manchester y también a uno de Áustria. Antes que nada quiero decir que estoy orgulloso de trabajar con una parte del equipo que ha hecho posible esta pequeña ‘obra de arte’, capitaneado por Sergi A. Minguell, Josep Surroca (fotografía y grabación), Sara Segarra (supervisión, edición y grabación) y Oriol Vidal, impecable en su interpretación en ‘El corredor’. Todos ellos son compañeros míos en TV3, la televisión autonómica catalana.

‘5 ½’ es una película minimalista, más cercana al cine oriental que al norteamericano, para entendernos. El nombre de la productora que le ha dado vida, ‘Happy Together F.C.’, es toda una declaración de intenciones. Y es que se trata del título de una de las mejores obras del director de Hong Kong, Wong Kar-wai. Minguell nos presenta cinco historias y media, que no están entrelazadas entre sí, pero que podrían estarlo perfectamente. Cinco historias y media que pasan en tiempo real, en 42 minutos.
Cinco historias y media llenas de sentimientos, de amor y de desamor, de pasado y de presente, de recuerdos, de dudas, de ganas de empezar de nuevo... Historias muy visuales, con una fotografía espléndida, que me ha recordado al cine de Cesc Gay, con ‘Ficción’ (2006) y ‘En la Ciudad’ (2003) a la cabeza.

Me faltan elogios para hablar de ‘5 ½’, donde la música de Cristopher Walla es igual o más importante que la palabra. Las imágenes nos envuelven en una nube y los personajes solo hablan si es estrictamente necesario, si realmente tienen algo interesante que decir. ¿Por qué cinco historias y media? Pues porque la última está inacabada. Es la única que no tiene final. Se trata de ‘Asimetría. Parte 2’. ¿Veremos algún día la primera? Quién sabe. El cortometraje es en blanco y negro, con una edición sublime, lleno de planos secuencia largos y muy explicativos. Una delicia.

(El resto del comentario explica partes del cortometraje)

‘Aviones de papel’, el primero de los cortos, nos habla de la tristeza por la pérdida del ser querido, Nadie puede reemplazarle. En ‘Promesas rotas’, Minguell nos presenta las dudas humanas, el miedo al cambio. Un chico espera a otro para comer en su casa pero, en el último momento, decide no abrirle la puerta. En ‘El corredor’ mi compañero de Deportes Oriol Vidal (que es el que sale en el cartel de la película) interpreta a un atleta con dudas existenciales. Es abierto y comunicativo, pero nadie le escucha. Piensa en suicidarse, pero prefiere seguir viviendo.

En ‘Vallcarca’, Marta Álvarez, realizadora de TV3, da vida a una mujer ‘rota’, me mimagino que por amor. Su actuación es impecable. En ‘La Maleta', Agnès Marquès, presentadora del ‘Telenotícies’ quiere acabar con el pasado y se va al mar para vaciar sus dos maletas de recuerdos. Este corto es poético. Es un cuadro en movimiento. Y finalmente ‘Assimetria. Parte 2’, donde Sara Segarra tiene que compartir banco como una mujer que habla por hablar, cuando ella lo que necesita es estar callada, reflexionar o, incluso, que le escuchen. Felicidades a todos los que han intervenido en ella. '5 1/2' es la demostración de que pueden hacerse buenas películas sin presupuesto ni subvenciones.

dilluns, de novembre 19, 2007

Mi música: Héroes del silencio


No sé si puede encontrarse en todas partes. A mí me 'sorprendió', de casualidad, en Zaragoza, donde se formó el grupo a finales de de los años ochenta. En Catalunya no había visto ni una. Me refiero a la botella de cerveza que la marca aragonesa Ambar ha dedicado a 'Héroes del silencio'. ¡¡¡Tengo dos!!! Es la 'oficial' del Tour 2007, que ha pasado con gran éxito por Guatemala, Buenos Aires, Los Ángeles, México D.F., Zaragoza (como no), Sevilla y Valencia. En la etiqueta de la parte delantera se puede ver al grupo liderado por Enrique Bunbury y debajo se lee 'Avalancha' (1995), nombre del disco que sacaron ese año y que se reeditó en el 2006.

Los fans de 'Héroes del silencio', que es uno de los grupos españoles de mi juventud (junto con Radio Futura, Golpes Bajos y Alaska), estamos de enhorabuena. Y es que el día 18 del próximo mes de diciembre sale a la venta 'Tour 2007', un doble CD y doble DVD que repasa exhaustivamente la triunfal gira de la banda. De toda su discografía me quedo con 'Entre dos Tierras', la canción que abría su cuarto LP, 'Senderos de traición', y 'Maldito duende', la segunda. Y es que los de mi edad hemos 'nacido' musicalmente bajo esta denominación: Lp y single. Todo cambia, está claro. Pero los 'Héroes' se mantienen. ¿O no?

divendres, de novembre 16, 2007

Paranoia 68: El misterio de los calcetines


Hace unos años perdí un calcetín verde. Y otro de marrón, ahora que lo recuerdo. Y quizás uno de azul, no lo sé. ¿Dónde van a parar todos estos calcetines? Hay un agujero negro en la lavadora? ¿Aparecen en casa de otra persona? ¿Por qué hay tantos calcetines desaparejados? ¿Tengo que quedar con los vecinos de mi escalera para recomponer parejas? (de calcetines, está claro)... De ‘Celestino’ tengo poco. ¿Alguien los robaba cuando estaba durmiendo? Muchas preguntas y pocas respuestas, como siempre.

Pero yo soy un hombre de soluciones rápidas. Quejarse no sirve de nada. Primero intenté lavar los calcetines atados, por parejas. De esta manera, si seguían desapareciendo, lo harían juntos. Es mejor perderlos los dos antes que quedarse con sólo uno. ¡Lo curioso es que juntos no se esfuman! ¿Todo arreglado? Pues no. Es verdad que no desaparecen, pero los calcetines no se limpian tan bien. Y, además, hay que deshacer el nudo para tenderlos. Hay quien los coloca todos juntos en una bolsa con rejilla, pero más de dos calcetines juntos puede considerarse una reunión ilegal. Después llegan los complots y ya no hay como pararlos.

¿Cómo acabé con el secuestro de calcetines? Pues haciendo desaparecer los ‘viejos’ que me quedaban y comprándolos todos iguales: negros con una rallita verde en la parte de debajo de la puntera. Dicen que es una línea desodorante. Hay ideas para todo, como no. De esta manera, me da igual que queden desaparejados, EXACTAMENTE IGUAL. Puedo aparejarlos como quiera, sin perder ni un segundo. Y si un día no tengo calcetines en el cajón voy al tendedero y pillo los dos primeros que veo. Incluso lo puedo hacer a oscuras (con el consecuente ahorro energético) porque ¡¡¡SON TODOS IGUALES!!!

Sigo la pista de mis ‘viejos’ calcetines. He hablado con mis vecinos, he puesto anuncios en los periódicos, he llamado a la policía... pero no aparecen. No quiero ser malo, pero creo que los dejaré de buscar definitivamente. Adiós a mi calcetín verde. Adiós a mi calcetín marrón. Adiós a mi calcetín azul. Ahora sólo me gustan los negros. Me tienen el corazón robado. Sí, sí, los negros con la rallita verde. Ah, y un mensaje para el ‘duende desaparejador de calcetines’. Haz lo que quieras. Tengo montones, montones y montones de calcetines iguales... A mí ya no me jod... más.

dimarts, de novembre 13, 2007

Comentario: 'Dolls' (****)


La obra maestra de Kitano

2002 / Japón / 113 minutos / Drama romántico / Director: Takeshi Kitano / Intérpretres: Miko Kanno, Hidetoshi Nishijima, Tatsuya Mihashi, Chieko Matsubara, Kyoko Fukada, Tsutomu Tageshige / Sawako y Matsumoto eran una pareja feliz hasta que él, presionado por sus padres, decide romper la relación y casarse con otra. Hiro es un anciano jefe yakuza. Treinta años atrás dejó el trabajo y a su novia con el sueño de prosperar. Ahora vuelve al parque donde se encontraba con ella. Haruna es una cantante de éxito hasta que día pierde un ojo en un accidente de coche. Entonces decide dejarlo todo. Nukui, su fan número uno, es capaz de hacer cualquier cosa para demostrar que sigue a su lado.


‘Dolls’ es una película para personas ‘iniciadas’ en el cine oriental, sin ningún vínculo de unión con las multimillonarias superproducciones de Hollywood. Para mí es la obra maestra del japonés Takeshi Kitano. No tiene nada que ver con el resto de sus películas. Es poesía pura, con una fotografía asombrosa y una música que, como siempre, llega al corazón. Esta vez, Kitano prefiere quedarse detrás de las cámaras y, entre otras muchas cosas, regalarnos una iluminación íntima e irrepetible.

Iluminación íntima y silencio tras silencio, pero todos con sentido, porque, si sabemos escuchar, el silencio también puede decirnos muchas cosas. Visualmente, ‘Dolls’ es una película muy bella, llena de flores de colores vivos y de paisajes de ensueño. Casi es un cuadro en movimiento. Kitano nos habla de amores perdidos y reencontrados. Lo hace con trazos minimalistas, sin violencia, sin humor. El amor y la tristeza lo impregnan todo, del primer al último personaje, de la primera a la última muñeca del teatro ‘Bunraku’, que son ‘réplicas’ de los principales protagonistas de esta profunda historia de sentimientos extremos.

(El resto del comentario explica partes de la película)

Sawako y Matsumoto son los ‘novios mendigos’. Van atados con una cuerda para no perderse. Él la abandona sin motivos para casarse con la hija de su jefe. Justo antes de subir al altar se entera de que ha intentado suicidarse. Lo deja todo, porque sigue amándola como el primer día, y se la lleva del hospital psiquiátrico en el que está ingresada. Ni siquiera se acuerda de él, pero ya nunca más la dejará. Se siente culpable... de amor.

Hiro deja a su novia y tarda 30 años en volverla a ver. Ella sigue esperándolo, como cada sábado, en el banco donde solían comer juntos. El día que vuelve no se sa a conocer y ella tampoco le reconoce. De todas maneras, la felicidad de ambos dura poco porque, aprovechando una de sus visitas al parque, a Hiro le asesinan. Un jefe Yakuza menos.

Nukui es la reina del pop. Cada día un singular grupo de fans le esperan a las puertas de los recintos donde toca. Cuando pierde su belleza, decide retirarse del espectáculo y del mundo entero. No deja que nadie le vea, hasta que un día llega un visitante ciego. Su intimidad seguirá protegida. Nukui se ha sacado los dos ojos por amor. Era la única manera que tenía para acercarse a ella. ¿Amor o locura? Quien sabe.

Cosas: Navegador baratito


Si os interesa comprar uno ir rapidito, que se me están acabando. También los tengo para coche. Razón: Jordicine.blogspot.com. Más baratos que en Andorra!!!

dilluns, de novembre 12, 2007

Paranoia 68: Llamadme escrupuloso, si acaso


Disfruto comiendo y, salvo contadas excepciones, me gusta casi todo. Lo que no soporto es ‘compartir’ alimentos y, sobretodo, ver cómo los tocan algunas personas. Cuando iba al colegio (porque yo algún día también fui pequeño) no soportaba que mordisquearan mis bocadillos o helados. De vez en cuando llegaba el típico jeta (que siempre eran los mismos) y entablábamos una conversación similar a ésta:

-¿De qué es el bocata?
-De jamon...
-Es que hace una buena pinta. ¿Le doy un mordisco, eh?
(El problema es que antes que pudiera contestar ya tenía llena la boca)
-Toma, toma, acábatelo. Hoy no tengo hambre...-¡Gracias! Mira que llegas a ser buen tío.

Llamadme escrupuloso, si acaso. Todavía más si me comparais con uno de mis mejores amigos de esa época, que se lo comía TODO. ‘Lo que no mata engorda’, decía. Y la verdad es que lo aplicaba al pie de la letra. Un día pidió quicos a un compañero, que le conocía tan bien como yo. Y éste hizo la prueba. Tiró los quicos al suelo y después los pisó. Ningún problema, cogió los trozitos y se los comió sin ningún problema. Comer chicles masticados antes por otros o devorar bocatas sin amo, encontrados en cualquier lugar, eran otras de sus ‘habilidades’. Mide 1’90 y es el rey del márketing. Tenía razón: ‘Lo que no mata engorda’.. y hacer crecer y ser inteligente, añadiría yo.

Ahora ya soy mayor y sigo sin compartir nada, ni los vasos. Si lo puedo evitar, no beberé del mismo vaso que ha bebido otra persona: prefiero quedarme con mis microbios, no quiero cedérselos a nadie. Ni que me regalen los suyos, está claro. Pero todas estas cosillas sólo pueden cuidarse en casa, nunca en los restaurantes. A mí me encanta ir a comer fuera, pero prefiero no ver las cocinas ni lo que hacen los camareros. Sé que en algunos sitios está de moda, pasen, TODO A LA VISTA, pero yo cuando escribo también quiero intimidad. Me pondría nervioso tener alguien detrás mirando si soy zurdo o diestro (soy zurdo) o si aprieto más o menos el teclado.

El 'no va a más' lo ví en un restaurante. Yo estaba en el lavabo. El camarero entró detrás mío. Y después de hacer sus necesidades se fue al salón sin lavarse las manos. Por suerte no me sirvió a mí, pero vaya. Esto de lavarse las manos también tiene su gracia. Mucha gente no tiene costumbre de hacerlo (fijaros), pero cambia de idea ‘ipso facto’ si ve que tiene alguien cerca. Aunque sea abrir el grifo, mojarse las puntas de los dedos y secarse las manos en el pantalón... no sea que después se diga que es un guarro. Pues lo siento, pero lo eres... majo. Y digo majo porque no tengo acceso a los lavabos de mujeres... por desgracia. Ja ja ja.

Lamadme escrupuloso, si acaso.

Comentario: 'Perro al rescate' (*)


¡Que me rescaten a mí!

2007 / Estados Unidos / 111 minutos / Comedia infantil / Director: Tood Holland / Intérpretes: Josh Hutcherson, Bruce Greenwood, Bill Nunn, Bree Turner, Scotch Ellis Loring, Mayte Garcia, Teddy Sears, Steven Culp / Rexxx es una superestrella de Hollywood. Cuando se pierde, es acogido en un cuartel de bomberos.


Creo que será el comentario de cine más corto desde que inauguré este blog. Vi ‘Perro al rescate’ con mi hijo de seis años. A él le gusto; y lo entiendo. Yo la encontré demasiado ‘falsa’. Para empenzar el nombre del perro (Rexxx) es más propio de una estrella del porno que de un héroe canino. Y para continuar nada parece tener demasiado sentido. Ni la desaparición del perro, ni la relación del niño con el animal ni la reacción final del propietario y mánager del mismo. A nivel interpretativo hay que destacar la presencia de Josh Hutcherson, a quien no hace demasiado vi en ‘Zathura’(2005). Es el hijo del jefe del cuartel de bomberos, interpretado por Bruce Greenwood (‘Yo robot’, 2004 y ‘Héroe a rayas’, 2005).

(El resto del comentario explica partes de la película)

Rexxx es una estrella mimada. En su vida todo es lujo. Un día, haciendo un rodaje arriesgado, cae de un avión sin paracaídas. Todo el mundo lo da por muerto. Pero el perro no cayó al suelo. Lo que son las cosas. Va a parar a un camión que trasportaba tomates y se salva milagrosamente. Sucio y sin rumbo se encuentra con un niño ‘rebelde’ que es el hijo del jefe de un cuartel de bomberos que el ayuntamiento está a punto de cerrar.

Gracias a la ayuda de su nueva mascota, los bomberos recperan la credibilidad perdida y se salvan de un despido seguro. Por si puera poco, Rexxx y el niño descubren que los incendidos que han destruído una parte de la ciudad (con su cuartel incluído) han sido provocados por un excompañero suyo. La idea era constuir un estadio deportivo en la misma ubicación. Especulación pura y dura. Al final, medallas para todos y felicidad absoluta.

Rexxx se hace famoso y su amo legal se lo lleva. Pero para que el ‘happy end’ sea total da media vuelta y se lo regala al niño. Mejor que sea héroe en la vida real y no en el celuloide. Punto final.

divendres, de novembre 09, 2007

M3m3: Mi$ mie2 y d3bilidad3$


Noemí me ha pasado un MEME (creo que no es el primero) sobre miedos y debilidades, menudo cóctel, madre mía. Se trata de hacer dos listas. Voy a intentarlo. A ver, a ver...

MIS MIEDOS

-La enfermedades: Antes era hipocondríaco. Ahora sólo ¼. Las enfermedades me dan miedo, pero menos. La vida es una lucha constante contra la muerte, aunque como dice Woody Allen… también es la mejor manera de recortar gastos. Hay que tomarse las cosas con un cierto humor.

-La soledad: Me considero ‘sociable’ y comunicativo. La idea de estar solo no me gusta lo más mínimo. Un rato sí, unos días también, ¡¡¡pero siempre, NO!!! Creo que podría llegar a volverme loco. O todavía más loco, según como se mire… Ja ja ja.

-Engordarme: Soy un maniático de la báscula. Me peso en la misma fermacia cada semana; vestido de la misma manera (con ropa ligera, está claro). A la que rozo los 80 me pongo nervioso. ¡¡¡La idea de tener una barriga de ‘señor mayor’ me persigue!!!

-Quedarme en blanco: Me imagino en la Tele, haciendo un directo, y quedándome sin palabras. ¡¡¡Qué ridículo, madre mía!!! No me ha pasado nunca, pero estoy expuesto a ello. Si me pasa espero reaccionar… aunque sea tarde. ¿Dónde me escondo?

-Los insectos: No los soporto, independientemente de su tamaño. Los odio todos, de los más pequeños a los más grandes. Los que me dan más repelús son los escarabajos y, especialmente, las arañas. Me ponen los pelos de punta.

DEBILIDADES

-Mi hijo: ¿Cómo no va ser mi principal debilidad mi niño de 6 años? Además, estoy un montón de horas con él. Comemos juntos y lo voy a buscar al colegio a las cinco de la tarde cada día del año. Es un lujazo, os lo aseguro.

-El mar: Me relaja como nada en el mundo. Me encanta tomar el sol y, sobretodo, bañarme. No es ninguna sorpresa, ¿Verdad? De mis dos últimos baños de invierno he hecho sendos posts!!!

-La ropa y los zapatos: Sí, es así. Tengo que reconocerlo. Me chiflan las camisas y, sobretodo, el calzado de estilo deportivo. ¿Qué os parece éste, con carta de ajuste incluída? Las tengo de todas clases y modelo

-El cine oriental: Es muy diferente al europeo y, por suerte, al de EEUU. Tiene algo especial. Para mí es poesía en imágenes. Lo hay muy cruel y sangriento (que también me encanta) pero también hay películas que derrochan amor por todas partes.

Y ya está. No paso el MEME a nadie en concreto, que últimamente todos los bloggers andan muy atareados. Si hay alguien que quiere contestarlo, se lo presto. Estaré encantado de que este MEME tenga muchos ‘hijitos’. Ja ja ja. Hasta la próxima.

dimecres, de novembre 07, 2007

Comentario: 'La huella' (***)


Duelo teatral

2007 / Estados Unidos / 86 minutos / Thriller / Director: Kenneth Branagh / Intérpretes: Michaeil Caine i Jude Law / La huella es un ‘remake’ de la película que, con el mismo título, estrenó Joseph L. Mankiewicz en 1972. Andrew Wyker (Michael Caine) es un veterano escritor de best-sellers. Un día llega a su casa Milo Tindle (Jude Law), un actor que se cuesta con su mujer. Su objetivo es que le de el divorcio para poder casarse con ella.

Estoy de acuerdo que ‘La huella' de 1972 es más profunda que la del 2007, pero pienso que a ésta se la ha criticado demasiado y sin motivos claros. Nada que toque Kenneth Branagh, experto en llevar al cine las complejas obras de William Shakespeare, genera indiferencia. Así de claro Este film tiene que analizarse con amplitud de miras e imaginación. No hay suficiente con sentarse delante de la pantalla y comer palomitas.

Branagh nos presenta ‘La huella’ desde un punto de vista muy teatral, una arte dramática que domina como pocos directores. Toda la película transcurre en la lujosa y modernísima casa de Wyker, un escritor enamorado de sí mismo. Dos actores, unos diálogos cuidadísimos, como no, y un único escenario. Las únicas imágenes del exterior las vemos en blanco y negro, a través de las cámaras de seguridad. Otro acierto. Pero es que, además, este film hay que tomarlo como un juego. Wyker y Tindle interactúan; nunca saben si las propuestas del otro son verdad o mentira. Ninguno de los dos tiene nada que perder. Prueban...

La interpretación de Michael Caine (‘El americano impasible, 1992) es espectacular. Es de los pocos actores que brillan hagan lo que hagan. En la versión de 1972 interpretaba al joven que iba a casa del escritor. En ésta es Andrew Wyker, un vividor al que los libros han hecho de oro. En 1972 le acompañaba Laurence Olivier. Ahora su rival es Jude Law (Closer, 2004). No tengo nada a favor ni en contra de este actor, pero su actuación no es tan desastrosa como he leído en varias crónicas. Hay que tener en cuenta que se enfrenta a Michael Caine y, sobretodo, entender que está dentro de un juego. Sobreactua porque lo requiere el papel, no por voluntad propia. Y atención con el doblaje, que a veces hace estragos...

(El resto del comentario explica partes de la película)

Cuando vi al detective que interroga a Caine me dije a mi mismo: ¡Pero si éste también és Jude Law! La caracterización es muy buena, pero sus ojos le delatan desde el primer momento. Pero poco a poco el espectador también se va metiendo en el juego y entiende que es eso, un arriesgado ‘divertimento’. Es igual si Wyker reconoce o no a Tindle. Lo importante es imaginar, jugar al gato y al ratón, intentar sorprender al otro.

De hecho, la mujer del escritor ni sale en pantalla. Ni tan siquiera escuchamos su voz, aunque se supone que el joven ‘aspirante’ habla un par de veces con ella por teléfono. ¿Sabe lo que está pasando? ¿O quizás es ajena a todo? Si hacemos caso a lo que dicen los protagonistas, se acaba quedando con el escritor... que tiene mucho más dinero. Así de sencillo.

Paranoia 68: Autoentrevista casual


Hoy he tenido una idea genial. ¡Voy a entrevistarme a mi mismo! Sé que es un tontería (y de las grandes), pero me apetece hacerlo. Allá voy. ¿Qué me preguntaré? No puedo decírmelo. Quedaría mal que me facilitara las preguntas. Me prepararía las respuestas y la entrevista perdería frescura. Sobre la marcha. ¡Si quiero sacarme alguna declaración interesante tendré que sorprenderme! Es la única manera.

-Hola, Jordi
-Hola, Jordi
-¿Qué tal?
-Bastante bien
-Antes que nada déjame hacerte dos preguntas ‘filtro’, como si estuvieras en ‘La Máquina de la Verdad’ o en un programa parecido.
-Cuando quieras
-Te llamas Jordi…
-Sí, sí, claro
-Color de pelo?
-Rubio
-Ojos?
-Dos; uno en cada lado
-¿Cómo?
-Nada, nada... Ja ja ja. Esta respuesta la leí hace muchos años en ‘Gigantes’, una revista de baloncesto, y siempre había querido darla yo algún día. Creo que era un test que contestaba un base conocido como ‘Chinche’ Lafuente.
-¿Ya estás contento?
-Y descansado Ja ja ja ¿A tí no te ha hecho gracia?
-La justa
-Pues ya está

-Cambiemos de tema o, lo que es lo mismo, ¡A otra cosa mariposa!
-Esta frase me la dijo un día Julio Anguita cuando era el coordinador general de Izquierda Unida. No eres memasiado original. Por si tenías dudas.

Pues venga; empezamos. Voy a hacerte unas preguntas sobre tu blog, que veo que últimanente está un poco abandonado.

-Eso lo dirás tú
-Salta a la vista…
-No estoy de acuerdo. Lo que pasa es que esta semana he estado muy ocupado en la Tele y no he podido escribir casi nada.
-Vives del post del primer año de blog; pero hay que seguir escribiendo para cumplir muchos más chaval…
-No pierdas la calma. El lunes entrevisté a Roberto Dueñas, el martes me fui al Moll de la Fusta para hablar de la ‘Barcelona World Race’ y hoy he estado con los ‘hooligans’ escoceses en las taquillas del Camp Nou. Me falta tiempo, Jordi. Los días sólo tienen 24 horas.
-¿Estás trabajando en algún post?
-Depende...
-¿De qué depende?
-De según como se mire, todo depende. Ja ja ja. ¿Lo cantaba 'Jarabe de Palo', no?
-Repito, hay post a la vista...
-Sí, claro, éste. Es una autoentrevista, por si no te has enterado...
-¿Pero si la estoy haciendo yo?
-¿Pues por qué me preguntas en qué trabajo? ¡Si somos el mismo Jordi deberías saberlo!
-Es igual, dejémoslo.
-Eso mismo.

-La última, que me estás cansando. ¿Si no escribes nada nuevo bajarán las visitas del blog?
-¿Han subido? Ja ja ja. Prefiero escribir cosas mínimamente interesantes; y para eso se necesita tiempo e imaginación. No quiero poner cualquier cosa en 'Jordicine'. ¡Quiero mucho a este blog y a sus visitantes!
-Después de lo de 'Enredado' y ''Dokomho', ¿No estarás también de oposiciones?
-Me encanta que me hagas esta pregunta. No, no lo estoy. Pero aprovecho para desearles mucha suerte a los dos.
-Gracias y hasta la próxima, Jordi
-Gracias Jordi

PD: Lo que hay que hacer para escribir un post cuando no se te ocurre nada. Ja ja ja. ¿Algo es algo, no?

diumenge, de novembre 04, 2007

Cosas: Contra el calendario


El 14 de octubre me preguntaba a mi mismo si el de ese día habría sido el último baño del año en la playa. ¡Pues no! Ayer volví a zambullirme en las aguas claras y cristalinas de la Platja Gran de Palamós (Baix Empordà, Costa Brava). ¿Cómo estaba el agua? Fresquita, la verdad, pero se podía aguantar bastante bien. El truco es salir, secarse rápidamente con la toalla y cambiarse el bañador. Así lo hice y así os lo cuento. No fui el único. En la playa había poca gente, pero hubo una cuantas personas (no muchas) que también dicidieron entrar en el agua deafiando el calendario.

Sábado 3 de noviembre. 12 del mediodía. ¿Ha sido éste el último baño del año? Casi seguro que sí. El fin de semana que viene me voy a Zaragoza y no me veo nadando en el mar a finales de mes... aunque todo es posible. Lo más importante es que vuelvo a tener energías renovadas. Dicen que el agua del mar cura los constipados... y yo arrastro uno de 'padre y señor mío'. Y no por bañarme, lo digo de antemano. Lo que pasa es que en el plató de la Tele el aire acondicionado está a 17 grados... ¡Todo el año! Allí también luchan contra el calendario... ¡y el sueño mañanero!

Comentario: 'Zathura' (**)


Jumanji galáctico

2005 / Estados Unidos / Ciencia ficción / 113 minutos / Director: Jon Favreau / Intérpretes: Tim Robbins, Josh Hutcherson, Jonah Bobo, Dax Shepard, Kristen Stewart / Danny tiene 6 años. Walter 10. Son hermanos y siempre se pelean. Un día su padre tiene que salir de urgencia de casa y los deja a cargo de su hermana mayor, que no les hace ni caso. Ella sigue durmiendo en su habitación sin enterarse de nada. Danny encuentra en el sótano un juego llamado ‘Zathura’. Walter no quiere jugar con él y empieza la partida solo. La ficha de la nave espacial se mueve automáticamente y después expulsa una tarjeta en la que pone: ‘Lluvia de meteoritos, adopta tácticas evasivas”’. La casa se desplaza hasta el espacio sideral y empieza a llenarse de meteoritos. ¿Sueño o realidad?

‘Zathura’ es una película juvenil y hay que analizarla como tal. Visualmente es muy atractiva, pero nunca acabas de engancharte a ella. La verdad es que el último proyecto de Jon Favreu (‘Elf’, 2003) no aporta nada nuevo. Para mí, es la versión galáctica de ‘Jumanji’ (1995), como ya anunciaba el cartel de la misma. Alguien encuentra un juego antiguo, sin instrucciones, e intenta jugar con él. Desde ese momento, se mezclan la ficción y la realidad. En ‘Jumanji’ aparecían animales salvajes en medio del salón de la casa del protagonista. En ‘Zathura’ son meteoritos, alienígenas y un astronauta. Lo demás todo es igual. La única manera de recuperar la normalidad es seguir el juego hasta el final.

Lo más positivo de ‘Zathura’ es la presencia de Tim Robbins, uno de mis actores favoritos. Como mínimo dos de sus películas, ya se han convertido en clásicos del cine moderno: ‘Mystic River’ (2003) y, especialmente, ‘Cadena Perpetua’ (1994). Esta última ocupa la segunda posición en el ránking de las mejores películas de la historia de ‘Imdb.com’, la web más completa del séptimo arte. Junto a Robbins nos encontramos con Josh Hutcherson, al que el otro día también ví en ‘Perro al rescate’ (2007). Tengo un hijo de 6 años a quien le encantan este tipo de historias. La película acaba bien. El niño pequeño, que nunca supera al mayor en nada, gana y todo vuelve a la normalidad. Los dos se dan cuenta que pelearse no sirve de nada. Juntos pueden superarlo todo.