divendres, d’octubre 28, 2011

'Paranoia 68' cumple CINCO AÑOS


Pulgar, índice, corazón, anular y meñique: CINCO dedos en cada mano. Dedo gordo, segundo dedo, tercer dedo, cuarto dedo y quinto dedo: CINCO dedos en cada pie. Tacto, gusto, oido, vista y olfato: CINCO sentidos. América, Europa, Asia, África y Oceanía: CINCO continentes. Periódico CINCO días. CINCO horas con Mario. CINCO días en Saigón.

Los CINCO en apuros. Jugar al CINCO de oro. CINCO minutos de gloria. CINCO lobitos tiene la loba, CINCO lobitos detrás de la escoba. Hotel de CINCO estrellas. Canario, Santos, Marcelino, Villa y Lapetra: los CINCO magníficos del Zaragoza. CINCO semanas en globo. CINCO ases. A, e, i, o, u: CINCO vocales. Atlántico, Índico, Pacífico, Ártico y Antártico: CINCO Océanos.

Y, DESDE EL 31 DE OCTUBRE, CINCO AÑOS DE 'PARANOIA 68'.

Gracias a todas y a todos.

dissabte, d’octubre 22, 2011

El 'poder' de la televisión es limitado


¿Qué padres no han dejado alguna vez a sus hijos, solos, delante de la televisión? ¡Yo soy el primero en reconocerlo! Si fuera por Christian Molina, director de 'I want to be a soldier' (De mayor quiero ser soldado), quizás estaría en la cárcel, cumpliendo una larga condena. Es la película más maniquea y demagógica que he visto en mucho tiempo. Simple, muy simple. Y, la verdad, es una lástima...

Es una lástima porque la idea es buena y la actuación de Fergus Riordan, que interpreta a Álex, es francamente buena. Se trata de un niño de ocho años -cuando acaba la película ya tiene diez- adicto a la televisión. Cuanto más violento y sanguinario es el programa, mucho mejor. Disfruta viendo como matan a los demás, todavía más si hay tortura y sufrimiento previo. El chaval lo tiene claro: de mayor quiere ser soldado y sembrar el terror por allí donde vaya. Lógicamente, esta actitud provoca problemas de comunicación con sus padres y en el colegio.

La televisión hay que controlarla, está claro, pero no es la culpable de los males de nuestros hijos. ¿O es que todavía hay alguien que duda que también es cultura? Álex, por ejemplo, se refugia en la televisión porque sus padres pasan olímpicamente de él. La madre es una neurótica que sólo tiene tiempo para los gemelos -hermanos pequeños de Álex- y el padre siempre tiene la cabeza fuera de casa... y no voy a contar porqué. El niño está tan solo que hasta se inventa dos amigos imaginarios, el bueno y el malo. El bueno le pide que sea astronauta y el malo que sea soldado. Son su ying y su yang.

¿Que la violencia genera violencia? Ya lo sabemos. Como también sabemos que hay mucha televisión basura y videojuegos hiperviolentos, con los que también se divierte Álex. Pero decir que la televisión cría asesinos es una falacia. El discurso final del director del colegio, interpretado por Dany Glover, provoca arcadas. Quizás no sea la expresión más adecuada, pero es así. Curioso el papel del psiquiátra, al que da vida Robert Englund, que se hizo famoso como Freddy Krueger en la saga de Pesadilla en Elm Street. Una recauchutada Valeria Marini, de las peores actrices que recuerdo, interpreta a una de las profesoras.

1Q84 (Libro 3) (Haruki Murakami)

El tercer y último libro de ‘1Q84’, del japonés Haruki Murakami, me ha durado sólo cuatro días. Es adictivo, como los dos primeros, publicados en un mismo volumen. También es de Tusquets Editores y tiene un total de 413 páginas. Lógicamente, los dos grandes protagonistas siguen siendo los mismos: Aomame (una instructora de gimnasio capaz de asesinar con un solo pinchazo) y Tengo, escritor y profesor de matemáticas.

En este libro también tiene mucho peso Ushikawa, un deforme detective que intenta descubrir dónde se encuentra Aomame. Ushikawa, que ya salía en las dos primeras partes -con menor repercusión- trabaja siguiendo las indicaciones de Vanguardia, la secta del líder asesinado.

Murakami, uno de mis escritores preferidos, mantiene la estructura que utilizó en las dos primeras partes: un capítulo para Aomame y otro para Tengo. La novedad es que el siguiente siempre es para el detective. A nivel argumental, casi todo se centra en el intento de encontrarse de los dos protagonistas, que llevan veinte años sin verse. Sin haber tenido ningún tipo de comunicación en todo este tiempo, los dos saben que están hechos uno para el otro y que el futuro del mundo quizás depende de ellos.

El único problema que le encuentro al libro es que deja demasiadas incógnitas por resolver, incluso más que al final de las dos primeras partes. No todo puede ser perfecto. En principio, no habrá cuarta parte pero, argumentalmente, sería posible. Seguimos sin saber qué pasa con la Little People y sus crisálidas del aire y si Aomame y Tengo logran recuperar, definitivamente, sus vidas perdidas.

‘1Q84’ sigue introduciéndose en un mundo lleno de sectas religiosas, con mujeres maltratadas y muchísima corrupción. Es un libro onírico, con mundos paralelos (uno con dos lunas), con el que el gran Murakami hace su particular homenaje al ‘1984’ de George Orwell.

"Aomame se desplazaba sin pausa en el tiempo y en el espacio. No importaba en qué lugar se hallaba ni en qué momento. Lo relevante era el hecho de transitar en distintos puntos. Todo era moldebale y lo significativo era esa mutabilidad. Pero en medio de esa fluctuación, su cuerpo se iba volviendo progresivamente transparente. La palma de sus manos clareaba hasta que dejaba ver lo que había al otro lado. Ella podía examinarse sus huesos, su útero y sus vísceras. Tal vez estaba a punto de desaparecer. Aomame se preguntaba qué ocurriría cuando ya no pudiera verse a sí misma. No había respuesta".

Más libros de Murakami en 'Paranoia 68':

'1Q84'
'After dark'
'El fin del mundo y un despiadado país de las maravillas'
'Tokio blues’'

Buena semana a todas y a todos.

dissabte, d’octubre 15, 2011

El hombre que detestaba la felicidad ajena


No tener la capacidad de ser feliz es una putada. Pero todavía es más deleznante intentar mejorar tu estado de ánimo borrando las sonrisas de los demás. Esto es lo que hace diariamente César, el portero de un bloque de pisos de gente bien de Barcelona. Hablo de 'Mientras duermes', la última apuesta de Jaume Balagueró, padre de la terrorífica saga 'REC'. Sencillamente brutal.

'Mientras duermes' es una película inquietante y con un guión excelente, firmado por Alberto Marini. De lo mejor que he visto en mucho tiempo. La tensión va siempre en aumento, con un final espectacular. Los datos sobre la relación entre César y Clara, la vecina del 5º B, se nos dan poco a poco y con criterio. Hay quien dice que es muy fácil que el espectador sienta simpatía por el portero, pero yo no me cuento entre ellos.

Eso sí, es verdad que el trabajo de Luis Tosar (César) es de los que dejan huella. Su portero es frío, calculador, meticuloso, perfeccionista, con una doble personalidad de libro y malvado como pocos. Tosar ya es nuestro malo por excelencia. Nos dejó boquiabiertos con su papel de Malamadre en 'Celda 211' y con el de marido maltratador en 'Te doy mis ojos', para citar dos ejemplos. En 'Mientras duermes' también pone los pelos de punta. Es un papel de Goya, con el permiso de José Coronado.

Otro de los alicientes de la película es que la vecina acosada está interpretada por Marta Etura, pareja de Tosar en la vida real. Ambos ya coincidieron en la citada 'Celda 211'. Clara es una mujer optimista y siempre tiene una sonrisa preparada para los demás. ¡Aunque no lo está pasando nada bien! Etura es una mujer guapísima y también hace un papel extraordinario. El final de 'Mientras duermes' es sensacional. No sé porqué pero me recordó la mítica 'Old boy' (2003), de Park Chan-wook. Cinismo es estado puro.

Antes de acabar quiero hacer mención al papelazo de Iris Almeida, una niña que interpreta a la vecinita de la puerta de enfrente de Clara. Habrá que seguirla de cerca y, si existe la posibilidad, preguntarle qué sueña mientras duerme. Después de un cara a cara como el que tiene con Tosar yo no volvería a cerrar los ojos jamás. La de Balagueró és, sin duda, la película del momento.

TINTA’ (FERNANDO TRÍAS DE BES)

Vino a presentarlo en el programa de televisión en el que trabajo y me entraron unas ganas bárbaras de leerlo. Hablo de ‘Tinta’, el último libro del economista Fernando Trías de Bes (Barcelona, 1967). Está publicado por la editorial Seix Barral Biblioteca Breve y tiene 153 páginas. ‘Tinta’ es una novela onírica, con toques absurdos, que nos habla del inmenso poder de los libros. El autor quiere dejar bien claro, desde un principio, que tienen el poder suficiente para cambiarnos la vida.

La novela se centra en la localidad alemana de Maguncia, donde Johann Wallbach busca el motivo de su sinrazón. Lo hace leyendo todas las obras de su librería de préstamo. Pasan los años y no encuentra ninguna respuesta. Casualmente, un día Johann coincide con un matemático que también quiere saber el motivo de sus desdichas. En este caso, busca una solución mediante fórmulas y aritmética. ¿Juntos quizás tendrían más suerte?

‘Tinta’ es el nombre de la librería de préstamo de Johann y del libro que el matemático desea publicar. Ambos quieren que sea el libro de todos los libros, el que dé sentido a todas las cosas y solucione el problema con sus mujeres. Contarán con la colaboración de un impresor que ha inventado una tinta que se borra tras ser leída, de un corrector de estilo al que le encanta cazar nubes y de un editor que nunca ha leído un libro hasta el final. Si ‘Tinta’ acaba publicándose, sus vidas quizás cambien para siempre. Altamente recomendable.

"Me sumí en la más desesperante de las tareas a las que un hombre se le puede encomendar. Las palabras habían dejado de tener sentido para mí. Cuando una noche, me percaté de que el diccionario es el único libro que todo lo contiene y, en cambio, el que ningún lector lee hasta el final, llamé al comité y les comuniqué que dejaba mi trabajo a medio acabar".

Buena semana a todas y a todos.

diumenge, d’octubre 09, 2011

Sólo el amor te aleja de la muerte


'El árbol de la vida' es una película que no deja indiferente, como todo lo que dirige Terence Malick ('La delgada línea roja', 1998). Las dos personas con las que fui al cine sólo aguantaron en la sala veinte minutos. A mí no me acabó de convencer, pero reconozco que es una película única, sólo comparable al '2001' de Stanley Kubrick. Filosofía en estado puro.

Pensándolo bien, podríamos hablar de dos películas en una. Me quedo con la historia humana, en la que Brad Pitt interpreta a un severo padre de familia que pierde a uno de sus tres hijos. No es que sea malo por naturaleza, pero los maltrata -no sé si él se da cuenta al principio- con el objetivo de hacerlos más fuertes. Mr. O'Brien, tremendamente religioso (menudo contrasentido), es el Dios del clan. Su mujer (Jessica Chastain, 'La deuda') es la bondad en persona, la parte buena de la naturaleza.

Pitt y Chastain trabajan bien, pero en la pantalla quien brilla con luz propia, y de qué manera, es Hunter McCracken, que da vida al hijo mayor de los O'Brien. No tiene mal corazón, pero la presión que recibe por parte de su padre a veces le hace enloquecer. Sus miradas, sus gestos, sus escasas palabras, cautivan desde el primer momento. Entiendes perfectamente sus reacciones y que, poco a poco, entre en un camino sin retorno.

La parte de la película que nos cuenta la historia del Universo desde sus orígenes, que va intercalando con las evoluciones de la familia, se me hizo muy pesada. Es una visión mística y poética que nos ayuda a reflexionar sobre la divinidad, el amor y la pérdida que, para mí, es el gran objetivo de este ambicioso y arriesgado proyecto. Todo está envuelto con una banda sonora de música clásica. Un recorrido por el origen de la vida y el Big Bang sin precedentes. Como colofón, eligo esta frase, captada al vuelo a lo largo de la película: "si no sabes amar, tu vida pasará como un destello".

SPOILER (PREGUNTAS SIN RESPUESTA)

¿Por qué se enteran que su hijo muere gracias a un telegrama? ¿Dónde estaba en ese momento? ¿Era necesario que Sean Penn interpretara a Jack de mayor? ¿Su personaje no entorpece una película ya densa? ¿Realmente, aporta algo? Y, sobre todo, ¿El final no es un tanto edulcorado? ¿Están todos muertos? ¿Es por eso que el personaje de Penn atraviesa una puerta? Muchas preguntas que, a pesar de darle muchas vueltas, todavía no he podido responder del todo. Malick, medio ángel, medio demonio.

OJOS QUE NO VEN (J.A. GONZÁLEZ SAINZ)

'Ojos que no ven', de J. Á. González Sainz (Soria, 1956), nos explica la historia de Felipe Díaz Carrión que, como tantas otras personas, un día decidió dejar el campo para buscarse la vida en la gran ciudad. Lo hizo con su mujer y un niño de nueve años. Ya instalados, en el Norte, la pareja tuvo otro hijo. Felipe se adapta, trabaja mucho, hace algún amigo, pero ni puede ni quiere olvidar de donde viene. Asun y el hijo mayor reniegan del pasado demasiado rápido.

Madre e hijo no quieren ser siempre los 'otros' -maquetos o charnegos, utilizando palabras del autor- y se pasan de la ralla. Desprecian a Felipe, hasta puntos insospechados, y sucumben al discurso de los nuevos amos, a sus obsesiones de identidad y afirmación. El único que está con él es su hijo pequeño, que le entiende perfectamente. Es una suerte para él.

En ningún momento sale ninguna ciudad ni ningún partido o organización, pero es fácil deducir que la historia pasa en el País Vasco y que tanto Asun como su primer hijo son muy cercanos a ETA. Su padre es un simple y honrado trabajador, pero lo desprecian por apoyar al empresario para el que trabaja. 'Ojos que no ven' es una novela que nos habla de un solo mundo y de las maneras enfrentadas de estar en él, a través de tres generaciones.

El libro está publicado por la editorial Anagrama y tiene 154 páginas. Se puede leer tranquilamente en un par de días o en un fin de semana. Recomendable.

"Le parecía, le parecía también que su padre tenía ahora la posibilidad de rehacer su vida, de reanudarla, de volver a respirar el aliento de las cosas que había hecho de él lo que era y le había dado el temple que tenía; y entre las primeras cosas que reanudó, lo mismo que si ello fuera en realidad reanudarse a sí mismo, estaba en lugar primordial su paseo por el camino de la huerta del río".

Buena semana a todas y a todos.

dilluns, d’octubre 03, 2011

Vive y deja vivir (Arriety lo sabe)


Arrietty es el nombre de una niña diminuta, de diez centímetros de altura, que da título a la primera película de animación de Hirosama Yonebayashi. Es íntima y muy bien elaborada, de aquellas que te enseñan a amar el mundo del cine. El guión es de Hayao Miyazaki ('Ponyo en el acanditado', 2008) y los dibujos ha salido del prestigioso y envidiado Studio Ghibli japonés.

La pequeña Arrietty vive con sus padres en una pequeña casita construída bajo el suelo de una casa de campo. Para evitarse problemas, tienen que hacerse invisibles ante los ojos de los seres humanos. Muchas veces esperan a que sea de noche para coger un simple pañuelo de papel o un terrón de azúcar. Debido a su tamaño, todo es muy pesado para ellos y cualquier pequeño recado se convierte en una epopeya.

'Arriety y el mundo de los diminutos' es una pequeña obra maestra, con un sonido y una música embriagadores. La película está basada en un cuento infantil, 'The Borrowers' y, entre otras cosas, intenta decirnos que la convivencia entre especies es básica. Hay que vivir y dejar vivir, siempre respetando las diferencias. Lo tienen claro Arrietty y Sho, un niño que se establece en la casa a la espera de una operación de corazón. Los mayores, no tanto. 'Arriety' es una película brillante visualmente y llena de pequeños detalles. Totalmente recomendable.

SOMWHERE (SOFIA COPPOLA)

'Somwhere', de Sofia Coppola, tiene cosas buenas, pero me ha parecido una floja revisión de 'Lost in translation', dirigida por ella misma en 2003. El protagonista de la historia es Johnny Marco, un actor de éxito que se siente vacío por dentro. Fuma, bebe, vive en un hotel de Hollywood, donde tiene relaciones sexuales con muchas chicas, pero nada le hace feliz. A Johnny le da vida un correcto Stefhen Dorff.

Algo parece cambiar en la vida de Marco, justo en el momento en el que entra en escena su hija de once años, fruto de un matrimonio fracasaso. Poco o nada sabía de ella. La interpreta Elle Fanning, a quien hace poco vimos en 'Super 8'.

'Somewhere' es otro retrato sobre la fama y su vacuidad. Planos largos, muy largos diría yo, silencios y soledad por los cuatro costados. Todo esto supongo que es lo que pretendía transmitir Coppola, pero me parece demasiado poco. La mejor escena de la película es la que se utilizó para hacer el cartel. Un acierto.

'INOCENTE' (SCOTT TURROW)

'Inocente', de Scott Turrow, me ha sorprendido. Es la secuela de 'Presunto inocente', una novela que no leí en su día. Tiene 429 páginas y está publicada por Mondadori. Es un thriller judicial muy bien escrito. Se nota que su autor es abogado. La verdas es que se mueve por los juzgados cómodamente. Su protagonista es el juez Rusty Sabich. Tiene 60 años, preside el tribubal de apelación de Kindle y quiere saltar al Supremo.

Una mañana, la mujer de Sabich aparece muerta en la cama y él tarda casi 24 horas en avisar a la policía, a los servicios de emergencia y a su propio hijo. El fiscal Tommy Molto, que hace veinte años intentó procesarle por el asesinato de una colega, cree que, esta vez sí, podrá demostrar su culpabilidad y colocarlo entre rejas. El hecho de que esté teniendo una aventura cree que es razón más que suficiente para haber matado a su mujer.

"Había olvidado que una aventura amorosa es un tormento constante. Lo es por la falsedad que vives en casa, por la angustia de que puedan descubrirnos. Por el dolor que sabes que llegará con el inevitable final. Por la agonía de la espera para volver a estar con ella. Por el hecho de que solo eres tú mismo durante unas pocas horas, unos días por semana, en la habitación de un hotel, cuando esos dulces momentos, los más cercanos al cielo que conocemos en esta tierra, hacen que todas las angustias merezcan la pena".

Buena semana a todas y a todos.