
Voy a ir al médico. Le preguntaré si tengo el sentido del gusto (cinematográfico) alterado. He visto
‘Mapa de los sonidos de Tokio’ y me ha gustado. Si me dice que estoy bien (y que son los críticos los que necesitan una revisión) me dedicaré a ‘cazar sonidos’, como uno de los protagonistas de la película de
Isabel Coixet. Clip-clap, clip-clap. Shrrr. Clin-clin... Quizás tenga razón
PEDROLOVE, que dice que me gusta todo.
Estamos en lo de siempre. ¿Merece más palos Coixet por ser de las nuestras, como le pasó en su día a
Penélope Cruz? Su película, muy oriental y de ritmo pausado, es dignísima. No es justo acusarla de copiar al gran
Wong Kar-Wai, director de la sensacional ‘
In the mood for love’ (2000), una de mis películas preferidas. Seguro que Coixet ‘bebe’ de él, pero también del escritor
Haruki Murakami (
'Tokio Blues'). Siempre es bueno tener referentes; y si son de calidad mucho mejor.
Desde un punto de vista visual, ‘Mapa de los sonidos de Tokio’ es una película extraordinaria. La banda sonora es preciosa y el sonido roza la perfección. ¿Que la historia no es creíble? Para mí, sí. En esta vida todo el mundo tiene derecho a cambiar. ¿Y si realmente la historia no fuera creíble? Pues tampoco pasaría nada, creo yo. El cine siempre nos cuenta cosas y no creo que sea necesario buscarle los tres pies al gato. Disfrutar es mi objetivo.
La japonesa
Rinko Kikuchi (
'Babel', 2006) se luce, igual que
Sergi López (
'El laberinto del fauno', 2006). ¿Que no hay química entre la guapísima japonesa y el catalán? Yo diría que la hay, y mucha. Como escribió
Jordi Costa, el único crítico con el que coincido casi siempre, 'Mapa de los sonidos de Tokio es
“una poderosa ficción, con alma de relato breve. Coixet en estado puro y que posee más capas de lo que parece”. Completamente de acuerdo: ¡¡¡FICCIÓN!!! Hay que pelar la película como si fuera una cebolla, poquito a poco.
ACTORES DE LUJO... ¡ASIÁTICO!
Los dos principales actores de la última historia de Coixet (
'Cosas que nunca te dije', 1995 ) son
Ryu (Kikuchi), una chica introvertida que trabaja de noche en la lonja de pescado, y
David (López), un barcelonés que dirige una tienda de vinos en Tokio. Y hasta aquí puedo leer. En la mayoría de sinopsis de esta película se explican demasiadas cosas, como la ‘profesión’ oculta de Ryu. No es necesario.
Y acabo. Me disgustó profundamente la voz del narrador (en la versión traducida al castellano) y me sobraron tres de los últimos cinco minutos. No era necesario saberlo todo sobre el futuro de David. Demasiados datos. El ‘guiño’ a la marca de vinos Torres (pagado, seguro) también me lo habría ahorrado. Sensacional el hotel en el que se encuentran los protagonistas y las escenas de ‘terapia’, amor y odio, dependiendo del día, entre desconocidos, a la salida del metro. Para mí es bien-bien un 7’5.
TOKIO BLUES (HARUKI MURAKAMI)
Si algún día escribo algún libro, y lo veo poco probable, me gustaría que se pareciese a
‘Tokio Blues’ (Norwegian wood), de Haruki Murakami. De este escritor japonés sólo conocía
‘After dark’. Me gustó, pero tampoco me pareció nada del otro mundo. Por el contrario, ‘Tokio blues’, que lleva por subtítulo el nombre de una canción de los Beatles, siempre tendrá un lugar destacadísimo en mi bliblioteca personal. Me ha parecido extraordinario, de una calidad muy por encima de la media actual.
Los cuatro personajes del libro, del que contaré bien poco, son brutales. Podría decir que
Toru Watanabe es un ‘ángel’. Es un chico bastante inadaptado, solitario y rutinario, pero a la vez, es el tipo de persona en el que se puede confiar. Lo sabe
Naoko, una chica fría como el hielo. Lo sabe
Midori, vital y llena de energía. Y lo sabe
Reiko, con una vida muy complicada detrás de ella. ‘Tokio Blues’ es una historia sobre la juventud, sobre la superación personal y la lucha del día a día.
Esta frase, que se repite un par de veces o tres a lo largo del libro, me ha calado muy hondo:
“La muerte existe, no como el contrario de la vida, sino como una parte de la vida”. Definitiva. La edición que he leído es de bolsillo (428 páginas), publicada por Empúries.
*Por cierto, uno de los personajes de ‘Mapa de los sonidos de Tokio’ se llama Midori y otro telefonea a un Sr. Murakami. ¿Casual? Pues va a ser que no. Buen fin de semana a todas y a todos… y atentos al estreno (he visto el pre) de ‘Frozen River’. ¡Vale la pena!