
Como cantaba Siniestro Total, "sólo los estúpidos tienen la conciencia tranquila". El título de esta canción me vino a la cabeza viendo 'Conocerás al hombre de tus sueños', la última película de Woody Allen, que sigue estrenando año sí y año también. Habrá quien diga que es una comedia más, de aquellas en la que no pasa nada, pero es mucho lo que ocurre en poco más de una hora y media.
Allen reflexiona sobre la felicidad y, especialmente, sobre lo que algunos son capaces de hacer para intentar conseguirla. Mentir, engañar, seducir con intereses ocultos e incluso traicionar -a los otros y a uno mismo- son algunas de las artimañas que utilizan sus protagonistas. Entre ellos, la Sra. Shepridge, que empieza a visitar a una falsa vidente cuando su marido decide abandonarla. Es la más conformista y, como consecuencia, la más feliz, la que tiene la conciencia tranquila. La interpreta una gran Gemma Jones.
A su lado, Anthony Hopkins -ese marido que se niega a envejecer-;
su hija (Naomi Watts) y el marido de ésta (Josh Brolin). Ellos, Sally y Roy, tampoco están satisfechos con la vida que llevan y tratarán de cambiarla, aunque dejen una o más 'víctimas' por el camino. Antonio Banderas y la irresistible Freida Pinto, que se dio a conocer por su papel en la oscarizada 'Slumdog Millionaire' (2008), son algunos de los secundarios de lujo.
En definitiva, la última película de Allen, que está a punto de cumplir los 75 años, es una comedia de enredos, divertida y ligera, que pasa francamente bien. Tiene buenos diálogos -como casi siempre- y un sinfín de personajes, la mayoría terriblemente inmaduros, que te caen bien desde el primer momento. Y es que como se dice en un momento de la película, "A veces la ilusión es más eficaz que los medicamentos". Yo le pondría un 7'5.
"SI LA MENT POGUÉS VOLAR"

Eyre nos cuenta la historia de Ben Warner, que cuando acaba el curso empieza a trabajar en un restaurante de comida rápida. Tiene 15 años. Él es el elegido de la apuesta entre Sócrates y Wittgenstein, que conviven, muertos pero vivos, en el Mundo de las Ideas. Sócrates está convencido de que la filosofía puede mejorar la vida del chico y, por ello, se juega la presidencia de su mundo con el lingüista austríaco. Ben, ajeno a todo, entra en este extraño universo aconpañado por Lila, la secretaria de Sócrates, que hace 20 años que está muerta.
'Si la ment pogués volar' no es un libro más. Se trata de una interesante visita guiada a través de las grandes y pequeñas cuestiones de la existencia. Os dejo un ejemplo:
"La muerte, desde el momento que llega, no puede ser mala para una persona muerta porque ya no hay ninguna persona. La muerte causa sufrimiento, es verdad, pero odiamos la muerte porque confundimos el dolor que muchos sienten antes de morir, y la aflicción de los que se quedan, con la misma muerte. Cuando me muero, dejo de existir. Y si yo dejo de existir. ¿Cómo puede ser la muerte mala para mí?".
Buena semana a todas y a todos.