
"Ave falconiforme carroñera, de color pardo y cabeza blancuza, que vive en Argentina". Esta es la definición de 'Carancho', que es el título de la última película de Pablo Trapero, protagonizada por Ricardo Darín. Se trata de una tragedia hiperrealista, bastante bien narrada, y con un final frenético. Lo mejor es que, sin ser una obra mestra, va de menos a más. Creo que gustará.
En la Argentina actual, con 22 muertos diarios en accidentes de tráfico, hay un grupúsculo de caranchos o buitres carroñeros que viven del sufrimiento de los demás. Uno de ellos es Sosa (Darín), capaz de engañar a las víctimas, o incluso de provocar voluntariamente los accidentes, para beneficiarse de las indemnizaciones de las aseguradoras. Quizás es el carancho con más 'sentimientos' de todos, pero también está al margen de la ley. Ya dicen que en el mundo de los ciegos el tuerto es el rey.
La historia es buena, es verdad, pero no acabar de dar sensación de proximidad y, además, a ratos es un tanto reiterativa: escenas de hospital, accidentes, palizas... Por otra parte, creo que falta un poco más de química entre Sosa (Darín siempre hace de Darín) y la doctora Luján, interpretada por Martina Gusmán, la actriz-fetiche de Pablo Trapero, con el que ya ha trabajado tres veces. ¿Es su mujer? ¡Ahora lo entiendo todo!
En definitiva, 'Carancho' -que me recordó a 'Crash' (1996), de David Cronemberg- se deja ver bien, pero no es una película imprescindible, como aseguran desde Argentina. Quizás esté un tanto sobrevalorada. Nada que ver con la sensacional 'El secreto de sus ojos' (2009). Me quedo con la sensación de desesperación de su protagonista y con su correcto metraje, 107 minutos. ¿Lo peor? Que nunca te acabas de creer lo que pasa. Hay mucho realismo, sí, pero como espectador es difícil implicarse del todo. Entre un 6'5 y un 7.
‘DIME QUIÉN SOY’

La historia de ‘Dime quién soy’ tampoco es demasiado es creíble, pero me ha parecido adictiva. Guardé el libro para el verano, para leerlo con tranquilidad, y lo acabé en una semana. La gran protagonista es Amelia Garayoa, una burguesa que se abrazó al comunismo... ¿Por amor? Abandonó a su marido y a su hijo casi recién nacido poco antes de que estallara la Guerra Civil en España y una parte de su familia nunca volvió a saber de ella. Una decisión que marcaría su vida para siempre.
Guillermo, un joven periodista con un trabajo en precario, recibe la propuesta de investigar la turbulenta vida de su bisabuela, de la que nunca había oido hablar. Se lo pide una de sus tías, que quiere que escriba un pequeño dossier para regalarlo a la familia en Navidad. Pero lo que parecía una tarea fácil se convierte en una odisea sín límites. Las personas que le ayudan quieren que siga la biografía de Amelia cronológicamente, sin dar ni un paso adelante o atrás. ¿Quién será el destinatario de tanta información?
A través de las historias que le cuentan al periodista (sobretodo centradas en los hombres que pasaron por la vida de la mujer), descubrimos a una revolucionaria de armas tomar que, cuando era necesario, se convertía en espía, en asesina o en lo que hiciera falta. Amelia vivió en primera persona el final de la España republicana, la Guerra Civil, la caída del Muro de Berlín, la Segunda Guerra mundial, con unos meses terroríficos en Moscú, y los oscuros años de la Guerra Fría. Estuvo en todos los sitios, en el peor momento.
‘Dime quién soy’ es casi una ‘vuelta al Mundo’, teniendo en cuenta que Amalia (y ahora su bisnieto, para reconstruirlo todo) pasaron por Madrid, Barcelona, París, Moscú, Berlín, Londres, Roma, Varsovia, Buenos Aires... por todos y cada uno de los países en los que pasaba algo que podía cambiar el devenir de la historia. El libro hace memoria de un siglo convulso y critica, abiertamente, todo tipo de totalitarismos.
Buena semana a todas y a todos.