'El árbol de la vida' es una película que no deja indiferente, como todo lo que dirige
Terence Malick (
'La delgada línea roja', 1998). Las dos personas con las que fui al cine sólo aguantaron en la sala veinte minutos. A mí no me acabó de convencer, pero reconozco que es una película única, sólo comparable al
'2001' de
Stanley Kubrick. Filosofía en estado puro.
Pensándolo bien, podríamos hablar de dos películas en una. Me quedo con la historia humana, en la que
Brad Pitt interpreta a un severo padre de familia que pierde a uno de sus tres hijos. No es que sea malo por naturaleza, pero los maltrata -no sé si él se da cuenta al principio- con el objetivo de hacerlos más fuertes.
Mr. O'Brien, tremendamente religioso (menudo contrasentido), es el Dios del clan. Su mujer (
Jessica Chastain,
'La deuda') es la bondad en persona, la parte buena de la naturaleza.
Pitt y Chastain trabajan bien, pero en la pantalla quien brilla con luz propia, y de qué manera, es
Hunter McCracken, que da vida al hijo mayor de los O'Brien. No tiene mal corazón, pero la presión que recibe por parte de su padre a veces le hace enloquecer. Sus miradas, sus gestos, sus escasas palabras, cautivan desde el primer momento. Entiendes perfectamente sus reacciones y que, poco a poco, entre en un camino sin retorno.
La parte de la película que nos cuenta la historia del
Universo desde sus orígenes, que va intercalando con las evoluciones de la familia, se me hizo muy pesada. Es una visión mística y poética que nos ayuda a reflexionar sobre la divinidad, el amor y la pérdida que, para mí, es el gran objetivo de este ambicioso y arriesgado proyecto. Todo está envuelto con una banda sonora de música clásica. Un recorrido por el origen de la vida y el
Big Bang sin precedentes. Como colofón, eligo esta frase, captada al vuelo a lo largo de la película:
"si no sabes amar, tu vida pasará como un destello".
SPOILER (PREGUNTAS SIN RESPUESTA)¿Por qué se enteran que su hijo muere gracias a un telegrama? ¿Dónde estaba en ese momento? ¿Era necesario que
Sean Penn interpretara a Jack de mayor? ¿Su personaje no entorpece una película ya densa? ¿Realmente, aporta algo? Y, sobre todo, ¿El final no es un tanto edulcorado? ¿Están todos muertos? ¿Es por eso que el personaje de Penn atraviesa una puerta? Muchas preguntas que, a pesar de darle muchas vueltas, todavía no he podido responder del todo. Malick, medio ángel, medio demonio.
OJOS QUE NO VEN (J.A. GONZÁLEZ SAINZ)
'Ojos que no ven', de
J. Á. González Sainz (
Soria, 1956), nos explica la historia de
Felipe Díaz Carrión que, como tantas otras personas, un día decidió dejar el campo para buscarse la vida en la gran ciudad. Lo hizo con su mujer y un niño de nueve años. Ya instalados, en el
Norte, la pareja tuvo otro hijo. Felipe se adapta, trabaja mucho, hace algún amigo, pero ni puede ni quiere olvidar de donde viene.
Asun y el hijo mayor reniegan del pasado demasiado rápido.
Madre e hijo no quieren ser siempre los 'otros' -maquetos o charnegos, utilizando palabras del autor- y se pasan de la ralla. Desprecian a Felipe, hasta puntos insospechados, y sucumben al discurso de los nuevos amos, a sus obsesiones de identidad y afirmación. El único que está con él es su hijo pequeño, que le entiende perfectamente. Es una suerte para él.
En ningún momento sale ninguna ciudad ni ningún partido o organización, pero es fácil deducir que la historia pasa en el
País Vasco y que tanto
Asun como su primer hijo son muy cercanos a
ETA. Su padre es un simple y honrado trabajador, pero lo desprecian por apoyar al empresario para el que trabaja. 'Ojos que no ven' es una novela que nos habla de un solo mundo y de las maneras enfrentadas de estar en él, a través de tres generaciones.
El libro está publicado por la editorial Anagrama y tiene 154 páginas. Se puede leer tranquilamente en un par de días o en un fin de semana. Recomendable.
"Le parecía, le parecía también que su padre tenía ahora la posibilidad de rehacer su vida, de reanudarla, de volver a respirar el aliento de las cosas que había hecho de él lo que era y le había dado el temple que tenía; y entre las primeras cosas que reanudó, lo mismo que si ello fuera en realidad reanudarse a sí mismo, estaba en lugar primordial su paseo por el camino de la huerta del río".Buena semana a todas y a todos.