
Desborda energía por los cuatro costados. Es divertida, ágil, espectacular y ha llegado a nuestras pantallas después de triunfar en el Festival de Sitges, donde recibió el Premio del Público y el de Mejor Banda Sonora. ‘Attack de block’, así se llama esta pequeña joya de Joe Cornish, es una película de ‘serie B’ que seguro que dejaría perplejo (no sé si ha podido verla) al mismísimo Tarantino.
‘Attack de block’ está interpretada mayoritariamente por actores poco conocidos, como es el caso de Alex Esmail, que brilla como Pest, el único chico blanco del grupo de pandilleros que intenta imponer su ley en el bloque y en el barrio en el que viven. Después de atracar a una infermera que resulta ser vecina suya (lo descubren más tarde), estos jóvenes delincuentes tendrán que verse las caras con un grupo de alienígenas sedientos de venganza. No invaden la Tierra. No invaden Londres. Sólo invaden el bloque en el que viven Pest y compañía. No explicaré porqué.
Los alienígenas en cuestión son grandes, peludos, sin ojos y con los dientes fluorescentes. ¿Se puede pedir más? ‘Attack de block’ es cine en estado puro, que perfectamente habrían podido firmar el citado Quentin Tarantino o el mismo Steven Spielberg. Salvando las distancias, me ha recordado títulos recientes, como 'Kick ass' (2010), 'Scott pilgrim contra el mundo' (2010) o incluso 'Super 8' (2011). Una de las grandes sorpresas positivas de la temporada.
RESTLESS (GUS VAN SANT)

Mia es Annabel Cotton, una enferma terminal de cáncer. Mia, a quien le quedan unos tres meses de vida, se enamora perdidamente de Enoch Breae (Henry Hopper), un chico al que le gusta asistir a todos los funerales que puede. Enoch, con un carácter muy especial, tiene un amigo imaginario, un piloto kamikaze japonés de la II Guerra Mundial. Lo que si consigue Van Sant es que, a pesar del tema que trata, la película no sea triste. Está edulcorada al máximo, convirtiendo la muerte en un canto a la esperanza.
LA ANSIEDAD (DOMÈNEC LUENGO)

Me quedo con dos cosas: si se sufre un ataque hay que intentar tranquilizarse, quitando importancia a los síntomas. Cuando más grande es la preocupación, mayor es el desespero. Es importante que esté tranquila la persona que padece el ataque y sus acompañantes. Aviso a los navegantes: dicen que la ansiedad puede ser una enfermedad 'mimética'. Los niños y niñas pueden sufrirla de mayores si, en su etapa de formación, han convivido en casa con un padre o una madre ansiosa o hipocondríaca.
“La aparición de nuevos momentos ansiosos también puede estar relacionada con la influencia de determinados rasgos de la propia personalidad. Así, contemplar una visión pesimista-fatalista de las cosas, mantener una exagerada autocrítica o la conocida actitud perfeccionsita (tan cruel con uno mismo), instalarse en la hipocondría o en la duda acerca del funcionamiento del propio organismo, poseer una tendencia obsesiva o una cierta facilidad para trascendentalizar acontecimientos suelen ser, entre otras cosas, las variables personales más reconocibles como vinculadas a la ansiedad, pues conducen, con suma facilidad, a la conclusión situacional y a entender la existencia de amenazas constantes a la supervivencia".
Buena semana a todas y a todos.