
Aunque hay que verla,
‘Ágora’ no me ha convencido. Técnicamente la película de
Alejandro Amenábar es un diez pero, a excepción del último cuarto de hora, muy bueno, no engancha. Sabía que no era una cinta de aventuras (algunos la han malcomparado con
'Gladiator'). Sabía que era una apuesta muy personal (y la aplaudo), pero le falta tensión, magia, no avanza...
Se nota que ‘Ágora’ ha costado mucho dinero: 50 millones de euros. La ambientación de Alejandría es excepcional, con un montón de extras y un buen vestuario. Como siempre, Amenábar mueve la cámara con maestría, aunque se regocija demasiado en los planos aéreos. El otro día explicaba que eran un homenaje a las personas que miran al cielo y que quería dejar claro lo pequeño que es el ser humano en relación con el universo. En este tipo de planos la personas se ven como hormigas. Los utiliza demasiado.
También abusa de los planos de ‘localización’ que ya han sido bautizados por algunos como los ‘Google earth’. Parte desde el exterior de la tierra para ir bajando y mostrarnos un lugar concreto, como el Serapeum de Alejandría, donde pasa una buena parte de la acción. Allí se guardaban los restos de la anterior gran biblioteca. Están ‘justificados’, porque la filosofía y la astronomía centran la película, pero los he encontrado un tanto pretenciosos.
RACHEL WISZ ES HYPATIA‘Ágora’ está fechada en el siglo IV, cuendo Egipto era una provincia del Imperio Romano. Su ciudad más emblemática, Alejandría, se había convertido en el último baluarte de un mundo en crisis, confuso y violento, con constantes enfrentamientos entre paganos, cristianos y judíos. La película se centra en el asalto al Serapeum por parte de los cristianos y en el trabajo de una brillante astrónoma,
Hypatia, que empieza a descubrir que el Sol es el centro del Universo y no la Tierra. La interpreta una más que correcta
Rachel Weisz (
'My blueberry nights', 2007).
El resto de actores me han dejado frío, especialmente
Oscar Isaac, que interpreta a
Orestes. Él está enamorado de Hypatia, igual que
Davos (
Max Minghella), uno de los esclavos de ella. No sé. Quizás he tenido un mal día, pero no me han parecido creíbles. Está mejor
Ashraf Barhom, que interpreta a
Ammomius, el líder de los monjes parabolistas. En resumen: ‘Ágora’ es técnicamente perfecta, pero le falta alma. Para mí es un 7.
‘AURORA BOREAL’
Es la primera novela de
Asa Larson, que no tiene nada que ver con
Stieg. Fue publicada en 2003 y recibió el 'Premio de la Asociación de Escritores Suecos de Novela Legra a la Primera Novela'. En su país ha vendido más de un millón de ejemplares. Coincidiendo con el éxito de la trilogía
'Milennium',
Seix Barral la ha editado para España. En la faja que acompaña al libro, que ya ha llegado a la novena edición, se puede leer que
"Aurora Boreal mantuvo despierto toda la noche al escritor Stieg Larsson. No podía dejar de leer". Pues vale.
Si hay que comparlarla con alguien yo eligiría a otro sueco,
Henning Mankell, con quien tiene algunas similitudes. ‘Aurora Boreal’ es una novela que va de menos a más y que mantiene la intriga hasta la última página (tiene 383). Con una naracción muy visual, Asa Larsson nos cuenta la historia de
Rebeka Martinsson, una abogada que vuelve a su ciudad natal para ayudar a su amiga
Lenna. Allí tiene que enfrentarse con su pasado.
Viktor Sgtrandgard, el predicador más famoso de Suecia, hermano de Lenna, ha sido brutalmente asesinado. Una de las policías que lleva el caso es
Anna-Maria Mella, que está embarazada. Me recordó a la protagonista de la oscarizada
‘Fargo’ (1996), interpretada por
Frances McDormand. El libro pasa bien. En los próximos meses, Seix Barral pretende editar otras dos novelas de Asa Larsson:
'Det blodsom spillts' y
'Svart Stig'.
Buena semana a todas y a todos.