
Puedes vivir con alguien desde hace tiempo y saber pocas cosas de él o de ella. O puede que, con el paso de los años, cambie tanto que casi ni puedas reconocerle. ¿Hasta qué punto pueden llegar a soprprendernos nuestras parejas? A grandes rasgos, esto es lo que pasa ‘En el camino (Na Putu)’, la última película de la escritora y directora Jasmila Zbanic, nacida en Sarajevo en el año 1974.
Luna (interpretada por la guapísima Zrinka Cvitesic) es una azafata que vive con Amar, un controlador aéreo al que da vida Leon Lucev. Todo va más o menos bien entre ellos, hasta que a él le suspenden de empleo y sueldo por beber en el trabajo, con los riesgos que esto conlleva. A partir de este momento, ya nada será igual. Sus vidas cambiarán para siempre.
Amar, que pasa por un mal momento personal, acepta un trabajo de profesor de informática en una comunidad musulmana muy alejada de la gran ciudad. Una de las condiciones que le pone el amigo que le contrata, al que no veía desde hacía muchos años, es que viva allí. No hay tiempo para ir y volver.
UNA PAREJA SINB OBJETIVOS COMUNES

Amar evoluciona --o involuciona—mientras que Luna, que sigue siendo la misma de siempre, no entiende nada. ‘En el camino’ nos explica cómo los dos integrantes de la pareja intentan esquivar los obstáculos que van apareciendo en su ahora ya maltrecha relación. Llega un momento en el que él inlcuso no quiere acostarse con ella, siempre que antes no unan sus vidas en una boda islámica. ¿Y todo lo que han hecho hasta hora?, le pregunta Luna.
Se trata de un drama en toda regla. Creo que como espectador es más fácil ponerse del lado de Luna. La directora nos lo explica todo con inteligencia, matices y desgarro. También nos queda claro que los efectos de la guerra de Bosnia fueron devastadores, con un sinfín de refugiados que siguen sin poder volver a casa, donde en muchos casos mataron a una buena parte de sus familiares. La desestructuración es evidente.
'MALETES PERDUDES' (JORDI PUNTÍ)

La historia que nos cuenta Puntí es la de una familia imposible, formada por cuatro hermanos que tienen el mismo nombre, en diferentes idiomas. Me refiero a Christof, Christophe, Christopher y Cristòfol. Son hijos del mismo padre, pero de madres diferentes y ninguno sabe que existen los otros. Viven en Frankfurt, París, Londres y Barcelona.
Gabriel dejó de visitarlos cuando eran pequeños y nunca volvieron a saber nada de él. Un buen día, dos décadas despues, el secreto sale a la luz y los hermanos se reúnen por primera vez. ¿Por qué les abandonó? ¿Por qué llevan los cuatro el mismo nombre? Son preguntas que intentan responder hurgando en el pasado y hablando con algunas de las personas que se relacionaron con su padre, que viajó por toda Europa con un camión de mudanzas.
Mientras leía marqué este párrafo, que me pareció muy interesante:
"Todos guardamos las cosas por pura defensa. Pasan los años y ni las miramos, pero necesitamos saber que están dentro de tal armario o tal caja. Que si un día nos coge un ataque de añoranza, o de pánico, las podremos buscar, tocarlas durante un minuto y medio y volverlas a guardar unos cuantos años más. En realidad, los objetios personales conservan el pasado como si fuera una reliquia que nos protege del olvido, que es el peor mal. Nadie quiere ser olvidado".
Buena semana a todas y a todos.