dilluns, de novembre 20, 2006

Comentario 'Cama adentro (Señora Beba)' Nota: 7


Todos somos iguales... A veces

2004 / Sundance Film Festival: Premio Especial del Jurado / Director: Jorge Gaggero / Drama / 87 minutos / Intérpretes: Norma Aleandro, Norma Argetina, Marcos Mundstock / Beba es una mujer de clase acomodada venida a menos. Actualmente, se ve forzada a trabajar como vendedora ambulante de productos de belleza. Sus pendientes de oro y su criada, Dora, son lo único que le queda de un pasado mejor. Paralelamente, Dora se ha ido construyendo una casita en la periferia de Buenos Aires con lo que le paga Beba, pero ya hace seis meses que no cobra con regularidad. Por este motivo, decide dejar a su señora de toda la vida. Tiempo después, Beba alquila un apartamento para afrontar sus deudas. Inicialmente, se va a uno de diminuto, pero sólo se queda unas horas.


Película humana, intimista y que se hace muy agradable gracias a los papeles de las dos actrices protagonistas. Norma Aleandro está estupenda, como siempre, pero Norma Argentina no se le queda atrás. Alejado de los circuitos comerciales, Jorge Gaggero nos intenta mostrar la decadencia de la clase media Argetina, que pierde poder económico poco a poco. Hasta el punto que Beba se ve obligada a vender la mayor parte de sus bienes para poder seguir fingiendo delante de sus amistades, cuando lo único que consigue es sobrevivir y gracias. Casi toda la acción pasa en el piso de Beba, como santuario de la clase alta, y en las ruidosas calles de Buenos Aires, donde acaba mezclándose con todo tipo de gente. Aunque no le guste, tendrá que asumirlo.

(El resto del comentario puede contar partes de la peícula)

En el final de la historia, la Señora y Dora se acaban intercambiando los papeles. Una cae en picado, mientras que la otra se mantiene gracias a su sueldo (cuando lo cobra) y a las chapuzas de Miguel, su compañero, con quien mantiene una extraña relación. Al final, Beba, arruinada, se presenta en casa de Dora, a quien Miguel ha dejado por otra, y se entiende que vivirán juntas. Eso sí, con menos comodidades que cuando estaban en Buenos Aires y sin diferencia de clases. Película para soñadores y para amantes del cine de diálogos y en el que no pasan muchas cosas, más allá del entendimiento humano y de las vicisitudes de la vida.