dijous, d’abril 03, 2008
Comentario: ‘Deseo, peligro’ (***)
Poema de amor y sexo
2007: León de oro de Venecia / 156 minutos / Thriller / Director: Ang Lee / Intérpretes: Tony Leung (AKA Tony Leung Chiu Wai), Joan Chen, Wei Tang, Lee-Hom Wang, Johnson Yuen, Chih-ying Chu / Shanghai, 1942. La ciudad está ocupada por los japoneses. La Sra. Mak (que en realidad se llama Wong Chia Chi) entra en un café, hace una llamada y espera... Mientrastanto recuerda cuando, antes de la II Guerra Mundial, su padre huyó a Inglaterra, dejándola en China. También recuerda cuando, siendo estudiante, se convirtió en la primera actriz de una compañía teatral que fomentaba el patriotismo. Viendo sus virtudes, el director la convenció para participar en el asesinato de un importante colaborador de los japoneses.
Ang Lee sabe reinventarse a si mismo continuamente. Después de ‘Brokeback Mountain’ (2005), vuelve a arriesgar con ‘Deseo, peligro’, una película larga (2 horas y media) y enmarcada en un conflicto, la invasión de China por parte del Japón que, por lo menos a mí, me queda lejos. Aún y así, hay que reconocer que se trata de una gran película, sobre todo si tenemos en cuenta que lo principal es la historia de amor y desamor entre los dos grandes protagonistas. Tensión, pasión y obsesión a partes iguales.
La elección de Tony Leung no podría ser más acertada. Emocionó ‘Deseando Amar’(2000), repitió a las órdenes de Wong Kar-Wai en ‘2046’ (2004) y volvió a brillar en ‘Infernal Affairs’ (2002), la película que Martin Scorcesse ‘plagió’ para rodar ‘Infiltrados’ (2006) y llevarse el Óscar. A su lado, la debutante Wei Tang, que hace una interpretación magistral. ‘Deseo, peligro’ tiene una estética maravillosa y, aunque parezca difícil, hace creíbles los ‘amores’ más pasionales.
La primera media hora de ‘Deseo, peligro’, de posicionamiento, por decirlo de alguna manera, es prescindible. Ang Lee nos enseña una China con muchas privaciones y cómo se desenvuelven en ella un grupo de ‘burgueses’. En ella destaca, Mr. Yee, el ‘jefe’ de los colaboracionistas de los japoneses. Wang Jiazhi se acerca a él a través de su mujer, con la que juega habitualmente a cartas. Es una buena actriz y, muy rápidamente, ella le coge confianza... igual que él. Se creen que goza de una buena posición, como ellos. Lo mejor de la película está a punto de llegar.
(El resto del comentario explica partes de la película)
Después de echar la vista a trás y ver, de primera mano, cuál es la evolución de Wang Jiazhi y qué ha hecho para llegar donde está, empieza la verdadera ‘acción’. Wang se acerca a Mr. Yee a través del sexo, que empieza de una manera brutal. Ella, que había perdido la virginidad con un chico de la compañía teatral, sólo para practicar, acepta que el colaborador la domine, que le pegue, que le someta a todos y cada uno de sus designios. Ni él ni ella conocen nada más. Son como son.
En su día, ella habría querido que fuera su director de teatro (estaban enamorados uno del otro) quien la ‘iniciara’ pero, llegado el momento, él se comportó como un cobarde y dio un paso atrás. Fue un ‘compañero’ borracho el que, en sus primeros actos sexuales, casi le hace aburrir la ‘carne humana’. Mr. Yee es un hombre sin compasión. Se vendió a los japoneses a los cinco minutos de que llegaran a la China. Es impecable e implacable y, en el sexo, es igual que en la vida: un déspota.
Wang Jiazhi cumple con su papel de actriz a la perfección y, poco a poco, Mr. Yee va bajando la guardia, sin dejar de lado su brutalidad sexual. Lo que quiero decir es que cada vez toma menos precauciones al quedar con ella. Va solo. Sin escolta; sin acompañantes. Al final, Wang acaba teniendo dependencia de Yee. Necesita que la quiera, aunque esto, a veces, le suponga dolor físico y anulación de personalidad. Hasta el punto de que, el día en el que iban a asesinar a Yee, en una joyería del centro, acaba por decirle que huya antes de que lleguen sus asesinos.
Él consigue escapar y ella, a la que detienen, con todos sus colaboradores, es asesinada de un tiro a la cabeza. Yee acababa de regalarle un diamante redondo que hasta le había negado a su mujer, pero decide no perdonarla. Yee sigue siendo implacable. A Wang la pierde el corazón en el último momento. Posiblemente (y digo posiblemente) si el que hubiera acabado con su virginidad hubiera sido el director de teatro (culpable de todo), la vida de la chica habría sido muy diferente.
Pero sólo se vive una vez. Las segundas oportunidades, si existen, están contadas.
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6 comentaris:
Pues parece muy interesante. Parece mentira a veces por un detalle como puede cambiar una vida entera. Un abrazo.
Un peli una mica angoixant, ben feta, però vaig patir molt!
;)
Hola Jordi, Has hecho una exposición muy buena de la película. Seguro que es muy buena su León de Oro de Venecia lo corrobora. Me ha gustado mucho el cartel anunciador.
Un beso.
Pues sí, un detalle puede cambiarlo todo, CARLOTA. Yo, como mínimo, lo veo así. Un abrazo.
És que fa patir, JOANA. A mi em va agradar força, deixant de banda la primera hora, massa lenta i detallista. Un petó.
Un beso, MONTSERRAT. Supongo que, con lo rápido que ban, ya estará a punto de salir en DVD. Un beso.
Me pareció una película interesante, densa, sexualmente violenta para ser cine "chino", con aromas de cine negro, de espías, de dobles identidades...
Estoy totalmente de acuerdo. Me sobró la primera media hora, pero el resto me gusto mucho.
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