Gru: un villano con corazón de niño

Gru no era mi villano favorito pero, después de ver la película que lleva su nombre, ha subido muchos enteros en el ránking de personajes de animación malos-malísimos. Yo siempre he tenido debilidad por el Dr. Doofenshmirtz, de la serie de dibujos animados ‘Phineas y Ferb’, que veo habitualmente con mi hijo. Como se puede leer en el cartel, "ser bueno está muy sobrevalorado".

‘Gru, mi villano favorito’, dirigida por Pierre Coffin, Chris Renaud y Sergio Pablos, es una comedia en toda regla. De lo mejor que se ha estrenado este año en cine de animación, sólo por detrás de la sublime 'Toy Story 3'. Los personajes están muy bien logrados, empezando por Gru, el villano que se propone robar la Luna, después de reducirla con un rayo menguante. La historia es más bien sencilla, pero mantiene la emoción en todo momento.

Vector, el otro malo de la película, las tres niñas huérfanas que adopta Gru y los Minion (un sinfín de simpáticos pequeños bichos amarillos que trabajan para él) también tienen mucha gracia. Visualmente, la película da mucho de sí, con escenas de acción espectaculares. La música de Hans Zimer también está muy lograda. En resumen, ‘Gru’ es la película perfecta para pasar una hora y media muy agradable con toda la familia. No os perdáis los créditos finales, que dan para mucho.

*Por cierto, creo que todo lo que tenga que ver con los 'Minion' arrasará esta Navidad.

'EL SÍMBOL PERDUT'

Dan Brown es un escritor aclamado y odiado a partes iguales. Sus libros se venden como churros, pero también son muchas las críticas que recibe por parte de los amantes de la literatura más ‘pura’. Yo siempre tendré en cuenta que fue él quien me recuperó para lectura, después de unos años en el dique seco. Me reenganché con ‘El código da vinci’ y, desde entonces, ya han caído más de 150 libros.

La última novela de Brown es 'El símbol perdut' ('El símbolo perdido'), que en catalán está editada por Empúries. Tiene 667 páginas y, como todos los libros del autor norteamericano, pasan francamente bien. A pesar de ello, tengo que de reconocer que las historias del experto en simbología Robert Landgon ya no me atraen tanto como antes.

En esta ocasión, Langdon es convocado repentinamente por Peter Salomon, masón, filántropo y su antiguo mentor, para dar una conferencia en el Capitolio. Pero el secuestro de Peter y el hallazgo de una mano tatuada con cinco enigmáticos símbolos cambian el curso de los hechos. Una vez más, Langdon se ve envuelto en una historia oculta con secretos masónicos y mucha emoción. Es el típico libro, muy visual y fácil de leer, que se devora en apenas unos días.

Buena semana a todas y a todos.